Número uno y un polémico trato por su positivo: el esperado cara a cara entre Nicolás Jarry y Jannik Sinner en Beijing
La reciente absolución del italiano trajo a la retina la situación vivida por el chileno, quien debió cumplir 11 meses de suspensión por un dopaje involuntario. El caso del líder del ranking ha despertado diversas controversias por el manejo de la situación. Este jueves se miden en China.
Nicolás Jarry (28º) y Jannik Sinner chocarán esta madrugada (alrededor de las 02.00) en la primera ronda del ATP 500 de Beijing, en un enfrentamiento que por fin los hará coincidir en cancha, luego de los comentarios que surgieron tras el positivo del número uno del mundo por clostebol en niveles bajos, en dos ocasiones, en marzo pasado. Sin embargo, en el caso del europeo, el organismo determinó “no tiene culpa ni negligencia por dos violaciones al reglamento del Programa Antidopaje del Tenis (TADP)”.
El tenista proporcionó una muestra en el Masters 1000 de Indian Wells el 10 de marzo, en ella se encontró la sustancia. Luego, ocho días después, se tomó una segunda muestra que también arrojó positivo por el mismo metabolito. Y si bien al peninsular se le había aplicado una suspensión provisional, pudo seguir compitiendo tras las apelaciones respectivas que presentó.
El caso trae a colación lo sucedido con Nicolás Jarry, quien arrojó positivo por la presencia de estanozolol y ligandrol, ambas sustancias prohibidas en la lista de la Agencia Mundial Antidopaje. A diferencia del italiano, el chileno no pudo continuar jugando mientras su caso era investigado. Finalmente, fue suspendido por 11 meses.
El doctor Hermann Zbinden, director del Doctorado en Ciencias del Ejercicio de la Universidad Finis Terrae y presidente de la Comisión Nacional de Control de Dopaje, explica cuáles son las diferencias y similitudes entre lo vivido por Nico y lo de Sinner. “En el fondo es lo mismo. Los dos casos fueron involuntarios y se debieron al mal asesoramiento de los profesionales de apoyo que indujo el uso de sustancias prohibidas a través de contaminación o el no conocimiento por parte del deportista. La diferencia es que el caso de Jannik Sinner fue el uso de una crema usada por el kinesiólogo con la sustancia prohibida”, comienza señalando.
“El caso de Nicolas Jarry fue el médico quien le ‘recetó’ unos suplementos deportivos, los cuales fueron elaborados de manera exclusiva para él en un laboratorio situado en Brasil. Sin embargo, la Agencia Internacional de Integridad del Tenis, a través de distintos canales de comunicación recomendaba fuertemente el no uso de suplementos elaborados en Brasil. Por lo tanto, en el caso de Nicolás, la sanción no fue por culpabilidad sino más bien por negligencia. La contaminación de suplementos deportivos es algo recurrente. Estas contaminaciones pueden tener un origen voluntario por parte del fabricante o involuntarios al usar equipamientos comunes para suplementos con o sin anabólicos”, complementa.
En efecto, el organismo disciplinario, tras aceptar los argumentos de defensa del chileno, basó su castigo en que el tenista tuvo una actuar negligente por haber ingerido un suplemento contaminado proveniente de un laboratorio brasileño que ya estaba en la mira de las autoridades por otros casos de dopaje, como el de Beatriz Maia Haddad, además de otros deportistas como el nadador César Cielo.
Asimismo, Zbinden defiende la rectitud en ambos procesos. “No, no hay ninguna forma de establecer que hay un trato diferente por parte de la ITIA. En los dos casos hubo mucha transparencia. Hay un tribunal de expertos que sanciona a partir de un código que está normalizado, homogenizado para todos los deportistas del mundo, el Código Mundial Antidopaje, que está también vinculado al código de las sanciones y cómo se debe sancionar frente a los antecedentes expuestos por las defensas que los deportistas tienen derecho ante este tipo de dificultades. Yo creo que no hay ningún sesgo, no hay ninguna manera de poder dudar del procedimiento que se estableció en este caso”, afirma.
Opiniones divididas
En el circuito aparecieron varias voces disidentes sobre cómo se manejó esta situación. “Es ridículo, ya sea accidental o planeado. Te hacen dos pruebas con una sustancia prohibida (esteroides)… Deberías estar fuera durante dos años”, expresó Nick Kyrgios, quien añadió: “Tu rendimiento mejoró. Crema para masajes… Sí, está bien”, agregó con ironía.
Asimismo, le respondió a un usuario que defendió a Sinner, diciendo que la sustancia no le ayudó deportivamente: “Entonces, ¿por qué le quitaron el dinero del premio y los puntos de Indian Wells? ¿Hizo algo mal o no?”, retrucó. Mientras que el canadiense Denis Shapovalov agregó: “No puedo imaginar lo que sienten ahora mismo todos los demás jugadores que fueron sancionados por sustancias contaminadas”.
Horacio de la Peña se muestra más cauto ante la situación. “Para tener a alguien en el top mundial necesitas un nivel de exigencia y recuperación que realmente es al límite”, comienza afirmando. “En lo que yo no estoy de acuerdo es en penalizar si dices que hay un positivo por un número súper chico por una cosa transdérmica. Me parecería tontísimo ensuciar su nombre por eso”, apunta.
Eso sí, el extenista y creador del Circuito Dove+Men Care aporta un matiz. “Volvemos a lo de siempre. Ojalá se pensará así con todos los jugadores, yo los cuidaría a todos. Si cada dos o tres semanas hay exámenes para los top 50, imagínate el número uno del mundo, está más que informado. El probó algo muy rápido, no tiene sentido. Es bien finita la línea”, sentencia.
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