La jornada dominical en Liverpool tenía un aroma especial. La mezcla de nostalgia, tristeza y agradecimiento le daban a la ciudad un aura pocas veces vista y el epicentro de las emociones se encontraba en la calle Anfield, allí dónde se encuentra el estadio del equipo que lleva el nombre de la localidad.

El anuncio de Jürgen Klopp de no seguir al mando de los Reds, cuando termine la temporada en junio próximo, golpeó a los habitantes de una de las urbes más conocidas de Inglaterra. Ninguno quiere dejar atrás las tardes de gloria que estratega alemán les brindó por montones. Con él, se habían acostumbrado a ganarlo todo en el Reino Unido y a ser protagonistas de la Champions League (la conquistaron el 2019).

Por eso hoy, el recinto deportivo de los Reds transformó a las más de 54 mil personas presentes en una sola voz. El himno del club erizó la piel. El tradicional You’ll Never Walk Alone (Nunca caminarás solo) fue dedicado a Klopp. Su nombre y rostro inundaron las gradas del coliseo. Todos dirigieron sus miradas al adiestrador que le devolvió las alegrías.

La respuesta fue la esperada. Klopp ingresó al campo de juego describiendo un corazón con sus manos para mostrárselo a la gente y a la hora del canto, apenas pudo contener las lágrimas y prefirió mostrar una risa nerviosa para no perder la compostura.

Donde no ofreció licencias fue en el partido. Liverpool salió con todo y Curtis Jones abrió la cuenta en los 16′. La igualdad la anotó Ben Gibson en los 22′, pero la resistencia del Norwich se acabó con los goles de Darwin Núñez (28′), Diogo Jota (53′) y Virgil van Dijk (63′).

La visita quiso poner algo de dignidad en el tablero y descontó en los 66′, con anotación de Borja Sainz, pero la goleada se concretó con la celebración de Ryan Gravenberch en los descuentos. Liverpool va a la cabeza de la Premier League con 48 unidades y le saca cinco al Manchester City, que tiene un partido menos.

Mira la emoción de Jürgen Klopp:

Sigue en El Deportivo: