La previsión más optimista del Comité Olímpico para los Juegos Panamericanos llegaba a 41 podios: ocho oros, 12 platas y 21 bronces, mientras que la más realista decía que el total se acortaría a 31 preseas.

Ni en sus mejores sueños estaba el resultado que el Team Chile consiguió en Lima, en donde alcanzó la mayor cantidad de preseas doradas de su historia (13) y, con su octavo lugar, logró su mejor ubicación en el medallero desde San Juan 1979 y totalizó la máxima cantidad de metales en los 68 años de la cita regional.

A diferencia de Toronto 2015, donde Chile fue 11º, la política del COCh apuntó a deportistas a la búsqueda de resultados. "Ya nadie va solo por ocupar el cupo país", decía Miguel Ángel Mujica hace unos días.

El representativo nacional confirmó el buen nivel que tuvo en los Juegos Bolivarianos de 2017, donde fue tercero, y en los Sudamericanos del año pasado, en los que culminó quinto.

La fe de la planificación estaba puesta en lo que pudiera hacer el remo, que respondió con creces a las expectativas, con cuatro oros, dos platas y dos bronces, con los cuatrillizos Abraham como protagonistas. Esta disciplina, además, consiguió la mayor producción dorada de su historia e igualó a la equitación como el deporte con más primeros lugares en una misma edición de los Panamericanos.

El judo y el karate (este último el segundo deporte de mejor producción) también colaboraron con oros, platas y bronces para cerrar una notable faena.

A pesar del caos organizacional del ciclismo, Chile celebró un oro en la Madison, además de una plata en BMX y cuatro bronces masculinos en (Mountain Bike, omnium, persecución por equipos y contrarreloj en ruta).

Un día de oros

También hubo oros inéditos para experimentados deportistas. Fue el caso de Tomás González en la prueba de suelo de la gimnasia artística; de María Fernanda Valdés, en el levantamiento de pesas 87 kilos; y para los primos Marco y Esteban Grimalt en el vóleibol playa.

El único que consiguió medalla dorada al igual que en Toronto fue el tenista Nicolás Jarry, quien esta vez triunfó en dobles mixtos junto a Alexa Guarachi.

Asimismo, el atletismo celebró un increíble 1-2 con Gabriel Kehr y Humberto Mansilla, volviendo a lo más alto después de ocho años.

Por otra parte, Chile también rompió una sequía de 32 años sin medallas en deportes colectivos, una racha que rompió el balonmano masculino, que se colgó una inédita plata.

El trabajo da frutos y el país ahora sueña con la gloria en Santiago 2023.