Con 39 años, Esteban Paredes entró en la historia grande del fútbol chileno al convertirse en el máximo anotador de Primera División, con 216 goles. Una cuenta regresiva que se intensificó el segundo semestre. Ante Palestino, el artillero llegó al tanto 215. Así, fueron pasando las semanas hasta que llegó el momento de gloria la tarde del 5 de octubre, ante el rival soñado: Universidad de Chile.
Aquella vez, el Tanque anotó el 2-1 parcial. La celebración la completaron sus hijos, quienes estaban al borde de la cancha como pasapelotas e ingresaron para abrazar a su padre. El partido terminaría 3-2, completando una racha de 18 años sin perder en el Monumental frente a la U.
Con ese tanto Paredes dejó atrás el récord de Francisco Chamaco Valdés, vigente por más de tres décadas. Se ganó el reconocimiento del medio futbolístico, recibiendo homenajes del Sifup y de la ANFP, además de ser destacado por la FIFA.
El goleador no pudo extender su cuota, debido al final abrupto de la temporada. Sin embargo, echó atrás en su decisión de retirarse del fútbol y renovó por un año más con Colo Colo, aunque la idea es que juegue el primer semestre y después comience a planificar su despedida.
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