No se pudo más. Los incidentes que comenzaron antes del encuentro se trasladaron a la cancha. Tanto que, justo pasada la media hora de juego, el árbitro Francisco Gilabert decidió suspender un Clásico Universitario diferente, que se disputaba en Concepción, solo con hinchas azules y que aún estaba sin goles.
Porque las señales fueron muchas. Las bombas de estruendo no cesaron de explotar en todo el encuentro. Incluso, algunas de ellas reventaron muy cerca del meta universitario laico, Cristóbal Campos.
Dentro de la cancha, los jugadores intentaban abstraerse de lo que ocurría en las tribunas, donde las bengalas y la pirotecnia se multiplicaban. Situaciones que afectaban directamente el curso de lo que ocurría en el campo de juego, ya que muchos de esos elementos llegaban a la cancha.
Justo a los 31 minutos el tema se hizo insostenible. Nuevas bombas de estruendo explotaron cerca del borde de la cancha. Muchas estallaron en la proximidad del cuarto árbitro Diego Flores, quien terminó con un evidente trauma acústico.
Entonces Gilabert tomó la pelota y el duelo se acabó. Todo mientras algunos encapuchados intentaban ingresar a la cancha para provocar más problemas. Uno de los más afectados por los hechos fue uno de los camarógrafos de la transmisión oficial.
En paralelo, los jugadores reingresaban a los camarines, desconcertados por todo lo que ocurría en el recinto penquista. Algunos de ellos, incluso, se acercaban a la tribuna para conocer las condiciones de sus familiares, ya que muchos de ellos presenciaban el encuentro.
Después de varios minutos de reuniones en el camarín de los árbitros, entre los dirigentes de ambos clubes y las autoridades locales, se decidido dar por suspendido el enfrentamiento en el minuto 31 de juego.
Una situación que claramente perjudicó a Universidad de Chile que, futbolísticamente, era mucho más que su rival. Con juego asociado por las bandas y un mediocampo rápido tenía la pelota.
Pero esa ya será otra historia, cuando se reanude un duelo que, al menos deportivamente, prometía mucho.
La voz de las autoridades
Fue una jornada de reuniones de decisiones. Después de largos minutos, las autoridades comunicaron la drástica determinación. Uno de los primeros en comunicar la resolución fue el delegado presidencial regional (s) del Biobío, Humberto Toro.
“No están garantizadas las medidas de seguridad. Hay carabineros heridos, también el cuarto árbitro. Por eso se ha tomado la decisión de suspender el partido. Se lo ha comunicado al árbitro a los equipos. Hubo unos vándalos que ingresaron a los bandejones, rompieron las barreras, donde había muchos adultos mayores. Incluso, ingresaron al cuarto piso donde estaban las autoridades de los equipos”, explicó Toro.
Asimismo, agregó que “tenemos todas las cámaras e imágenes para la persecución penal de estas personas. No es fácil para esta región ver un partido de su club favorito y así no se puede”.
Una resolución que ratificó el gerente de ligas de la ANFP, Yamal Rajab, quien también condenó lo ocurrido en el estadio Ester Roa de Concepción.
“Nos reunimos en el comité de crisis con los árbitros y Carabineros. No existen las garantías de seguridad. Es una lástima, porque esta gente no representa a los clubes, se representa a sí misma, a ningún club. Se hace un tremendo esfuerzo para hacer el partido. Terminamos con camarógrafos heridos, el árbitro esta mejor, pero no está en condiciones, no hay seguridad. Es una lástima tener que llegar a suspender los partidos”, dijo el funcionario de Quilín.
Incluso, el gerente reconoció que “la pirotecnia apuntaba directamente a la gente que estaba en la cancha. Es una situación que no se puede soportar. No había seguridad para seguir”.
En la misma línea, el alcalde de Concepción, Álvaro Ortiz, reconoció que “condenamos estos hechos que no están permitiendo que acá en regiones podamos disfrutar de un espectáculo de esta categoría”.
Así también se lamentó porque “pudimos disfrutar tan sólo 30 minutos de este partido. La verdad que da rabia, da pena. Nosotros como municipalidad de Concepción pusimos todo de nuestra parte para que esto fuera una verdadera fiesta. Tenemos equipos de inspectores municipales, funcionarios y funcionarias que están en una labor preventiva en todo el entorno del estadio”.