Ogier atacó al final

Sebastien Ogier ganó el tradicional Rally de Gran Bretaña y puso al rojo el Mundial de la FIA. El francés de Ford aprovechó los percances de todos sus rivales y se llevó un triunfo de oro con un sorpresivo protagonista, el finlandés Esapekka Lappi, que fue tercero.

"Fue un enorme fin de semana, una gran batalla. Ott (Tanak) estaba muy lejos por delante, después tuve que pelear con Jari-Matti (Latvala)", resumió Ogier.

Claro, porque el galo no partió bien. Tuvo problemas en la caja de velocidades el viernes y llegaba último en una especial. Tanak, el líder, buscaba encadenar su cuarta victoria consecutiva, pero el auto le falló el sábado, cuando era líder con buena ventaja sobre Ogier.

Este domingo, fue Jari-Matti Latvala quien sufriría. El finés era el líder de la clasificación general después de la especial 20, por apenas dos décimas. En la crono 22 el francés tomaba el liderato, que no soltaría luego en la prueba de cierre, de sólo ocho kilómetros.

"Tenía ganas sinceramente de ganar este rally, quería que mi hijo me viera sobre el techo del auto, así que lo di todo", confesó Ogier.

Solo quedan dos rallies por disputar: Cataluña, del 25 al 28 de octubre; y Australia, del 15 al 18 de noviembre.