En un disputado partido por la fecha  25° del Torneo Nacional, se enfrentaron Deportes Temuco y O'Higgins de Rancagua en el estadio Germán Becker, de la Novena Región. Fue triunfo por la cuenta mínima del cuadro dirigido por Marco Antonio Figueroa, que se aleja de la zona de descenso.

El primer tiempo no tuvo un claro dominador. Ambos equipos trataban de construir juego desde la línea defensiva, pero no encontraban líneas de pase para progresar. Por un lado, el cuadro celeste buscaba fijar a los laterales de Temuco abriendo a Mazolla y Gutiérrez para generar espacios por dentro. Pero, tanto Vera como Oroz se ubicaron a similares alturas, y no encontraron pases a la espalda de la línea de volantes del conjunto albiverde para poder progresar e instalarse en campo rival.

Por otro lado, el conjunto temuquense no conectaba con sus medios interiores, por lo que intentó hacer daño por las bandas con pelotazos de Canio a los volantes que corrían en diagonal a las espaldas de los laterales rancagüinos. Además, intentaron jugar directo para que Díaz o Arias pudieran aprovechar los espacios. Sin embargo, las opciones más claras fueron para los celestes, que al final del primer tiempo encontraron el gol con un centro atrás de Salas y la llegada en diagonal de Nicolás Mazolla, que definió con un disparo que dejó sin opciones a Gamonal.

En la segunda mitad, los de la Araucanía fueron a buscar el empate, pero no encontraban juego ni generaban peligro. Los jugadores albiverdes carecían de precisión en los pases y hasta para dominar la pelota. Muchas deficiencias técnicas para perfilarse y realizar controles orientados (básico para jugar fútbol). Miguel Ponce se dio cuenta de esto e ingresaron Mathias Riquero y Rubén Farfán. El nivel del equipo mejoró un poco en la circulación y comenzó a asociarse por las bandas para inquietar a Miguel Pinto con incesantes centros. A su vez, los celestes trataban de asociarse con la importante participación de Ramón Fernández haciéndose eje del juego en la mitad de la cancha.

De todas formas, Temuco no pudo hacer efectivo su dominio en los últimos 20 minutos del compromiso y si no era por un centro o un pelotazo fortuito, no le generaba peligro a la defensa celeste. La influencia de Riquero fue desvaneciéndose con los minutos y el equipo nuevamente perdió sentido en la circulación. No es cuánto tengo la pelota sino cómo la tengo. Calidad sobre cantidad. Los locales no le dieron sentido a esa tenencia y, por tanto, no generaron situaciones.

Así, el cuadro representativo de Temuco se hunde en la zona de descenso y los dirigidos por Figueroa respiran aliviados luego de esta importante victoria, que les da un impulso en la tabla y los aleja de la parte baja.