O'Higgins 1-0 U. Católica
O'Higgins: M. Pinto; P. Magalhaes, A. Acevedo, R. Osorio, R. Cereceda; R. Fernández (84', M. Sepúlveda), T. Alarcón, J. Fuentes, A. Doffo (60', J. L. Muñoz); M. Salas, D. Salazar (77', F. Ramírez). DT: M. A. Figueroa.
UC: M. Dituro; R. Rebolledo, B. Kuscevic, V. Huerta, J. Cornejo; I. Saavedra, C. Fuentes (46', L. Aued), D. Buonanotte (72', D. Riascos); C. Munder (J. P. Fuenzalida); D. Valencia, C. Pinares. DT: G. Quinteros.
Goles: 1-0, 36', Salazar, de primera tras centro rasante de Cereceda.
Árbitro: J. Bascuñán. Amonestó a Osorio, Fernández (OH); Rebolledo, Fuenzalida, Aued, Cornejo (UC).
Estadio El Teniente. 7.584 personas.
En cursivas, jugadores juveniles.
Dentro de las pocas cosas que este año se le pueden criticar a la aún puntera UC es el rendimiento de sus laterales. Y vaya que quedó de manifiesto este sábado en Rancagua. Durante el primer lapso O'Higgins se dio un festín por las bandas y edificó ahí su victoria sobre los cruzados, que no tendrán tiempo para los lamentos, pues ahora se jugarán la vida en la Libertadores ante Gremio, en Brasil.
Es cierto también que durante la primera fracción el equipo de Gustavo Quinteros llegó con peligro al arco de Pinto, pero más por jugadas aisladas que por un dominio sostenido. Lo tuvo Munder tras un pase profundo de Kuscevic, también Cornejo estrelló casualmente un centro en el palo y en la misma jugada Pinto le ahogó el grito a Saavedra. Pero era el cuadro celeste el que dominaba.
Cereceda por el sector de Rebolledo y Salas por el de Cornejo (preocupante su nivel, sobre todo por tratarse de un refuerzo) hacían lo que querían.
Fue justamente una jugada bien elaborada del Capo de Provincia por el sector izquierdo de su ataque la que comenzó a desnivelar las cosas: Cereceda, como toda la tarde, le ganó la posición a Catuto y sacó un centro que encontró a David Salazar, quien anotó el primer gol de su carrera profesional y permitió que su escuadra se pusiera en ventaja justicieramente.
La Católica acusó el golpe y lo mejor que le pudo pasar fue que llegara el descanso. Porque Pinares desapareció tras un buen arranque y Buonanotte (otro de muy bajo 2019; hoy fue reemplazado), no tomaba las manijas del equipo.
Quinteros tuvo que echar mano a los titulares, porque hasta ahí las alternativas no le daban resultado. Los ingresos de Aued y Fuenzalida, resguardados para jugar desde el arranque por el partido copero de mitad de semana, le cambiaron la cara al visitante. Ahí la UC pudo equiparar el partido, sobre todo con las apariciones por derecha del Chapa, que obligaron a Cereceda a estar más preocupado de marcarlo que de sumarse al ataque celeste, como ocurría en la primera etapa. Pinto respondió bien cuando los jugadores universitarios se decidieron a pegarle al arco.
Logró aguantar el chaparrón el elenco de la Sexta Región. Y eso también es meritorio. Supo defender cuando perdió la posesión y entendió que tenía que ponerse el overol. Así igualmente vale.
Porque en once fechas, O'Higgins logró ser el segundo equipo que derrota a la UC en el campeonato. Y eso es muy meritorio. Distinto a otras veces, el equipo alternativo de la Católica no pudo a nivel local.