La tenista británica Emma Raducanu, de 20 años, se unió con todo al circuito de la WTA. El 11 de septiembre de 2021 se convirtió en la campeona del US Open transformándose de inmediato en una de las figuras emergentes del deporte. Sin embargo, una serie de lesiones la terminaron por marginar del circuito.
De esta forma, quien llegó a estar dentro del top 10 de la clasificación desapareció del grupo de las cien mejores, lo que le generó un enorme desgaste mental.
Así lo reconoció en una entrevista con el diario The Times. “Ojalá nunca hubiera ganado el US Open, desearía que no hubiera pasado”, admitió. Luego profundizó esta frase.
“Cuando perdía un partido estaba realmente deprimida. Estaba bajo mucha presión para jugar, la gente no tenía idea de lo que estaba pasando y debía tener esta fachada. Soy muy joven y sigo aprendiendo y cometiendo errores. Es mucho más difícil cuando estás cometiendo errores delante de todo el mundo. La gira es completamente brutal”, añadió.
Raducanu, quien no compite desde abril, tras la victoria en el US Open no volvió a disputar finales del WTA. Además, tras someterse a operaciones en un tobillo y la muñeca derecha, no podrá estar presente en Wimbledon.
“Todo lo que me encontrara por el camino lo sortearía para poder vivir esto, porque es el mejor sentimiento del mundo. Me prometí eso aquel día. Desde entonces, he tenido muchas recaídas, una tras otra. Soy resiliente y mi tolerancia es alta, pero no es sencillo”, contó.
“Hay que estar en guardia porque hay muchos tiburones por ahí. Creo que la gente de la industria, especialmente conmigo porque tenía 19 años, ahora tengo 20, me ven como una alcancía. Ha sido difícil navegar por esas aguas y me han quemado un par de veces. Pero también he aprendido. Si mantienes tu círculo lo más pequeño posible que es como mejor te irá”, manifestó.
Sobre la operación en la mano derecha, compartió que “por el momento no puedo ni abrir botellas o cosas de esas debido a mis muñecas. Estaba luchando con el dolor físico, pero el lado mental también fue muy difícil para mí”.
“Tuve que madurar muy rápido. Cuando gané fui extremadamente ingenua. Eso es algo de lo que me he dado cuenta en los últimos dos años, la gira y todo lo que conlleva, no es un espacio muy agradable, confiable y seguro”, concluyó Emma Raducanu.
Kyrgios y su salud mental
Otro tenista que ha debido enfrentar el lado desagradable de la alta competencia ha sido el australiano Nick Kyrgios. En el documental Break Point relató que el peor momento de su carrera comenzó en 2019, cuando cayó en la segunda ronda de Wimbledon ante el español Rafael Nadal. Una derrota que derivó en una crisis de conducta del controversial atleta.
“Bebía alcohol, tomaba droga, me alejé de mi familia y de mis personas cercanas. Perdí en Wimbledon y cuando me desperté mi padre lloraba sentado en mi cama”, señaló.
“Esa situación fue el punto de inflexión. Me dije ‘ok, no puedo continuar así’. Acabé en un servicio psiquiátrico en Londres para arreglar mis problemas”, añadió.
Entonces para él el momento era tan complejo que incluso intentó atentar contra su propia vida. “Si miran con atención, pueden ver las marcas de automutilación en mi brazo derecho. Pensaba en suicidarme, no quería levantarme y tampoco jugar”, confesó.