Operación River: deconstruyendo al Colo Colo de Almirón como visitante antes del desafío mayor en la Copa Libertadores
El Cacique exhibe un 50% de rendimiento fuera del país en la edición 2024 del torneo continental (solo perdió contra Fluminense) y siempre anotó. El técnico albo ha mantenido una base estable, salvo por el "experimento" ante Alianza Lima, en Perú. La contraparte dice relación con que los Millonarios no han perdido en el Monumental de Núñez este año.
Este martes por la noche, Colo Colo sabrá si se instala o no entre los cuatro mejores de América. Llegó un partido tan relevante como anhelado. Se define la serie ante River Plate, por los cuartos de final de la Copa Libertadores, luego del 1-1 de la ida, dejando el panorama abierto de cara a la revancha en Buenos Aires. Las buenas sensaciones que dejó el elenco albo alimentan el optimismo en pos de dar un golpe a la cátedra. A la larga, el equipo argentino es un candidato de fierro para ser el campeón continental.
Jorge Almirón vuelve a un reducto especial, como el Monumental de Núñez. Su última experiencia no fue la mejor, como técnico de Boca Juniors. ¿Cómo planteará el duelo? Promete no especular. “Vamos a hacer el intento de jugar de igual a igual. Hay momentos en los partidos pero, sí, la intención va a ser de ir a jugar y ganar el partido. La idea es no echarnos atrás y esperar, porque eso puede ser muy peligroso, por lo que sabe hacer River”, dijo el técnico albo en diálogo con TyC Sports.
Ad portas de un encuentro trascendental, cabe hacer el ejercicio de repasar y analizar el desempeño de Colo Colo como visitante en la presente Libertadores. Parece lejano el recuerdo, pero el Cacique tuvo que jugar dos fases previas para meterse en la ronda de grupos. Entonces, el club popular tiene seis presentaciones como forastero, con el siguiente registro: dos triunfos, tres empates y una derrota. La pincelada inicial da cuenta de un rendimiento aceptable (50%). Si empata en Argentina, lleva la serie a penales. Si gana, aún mejor. Ahora, ¿qué dice el escaneo más profundo?
Desde Mendoza hasta Barranquilla
En cuatro de los seis partidos de visitante, Colo Colo usó el dibujo 4-3-3. Salvo en el duelo ante Alianza Lima, en Perú, Almirón no hizo cambios radicales desde la disposición táctica. Esta historia arrancó el 22 de febrero, ante Godoy Cruz, en Mendoza. Logró la primera victoria en la historia del club en Argentina, por la Copa Libertadores. Carlos Palacios, quien hoy es una pieza clave en el equipo, arrancó el año como 9 falso. Mientras Damián Pizarro estaba en el banco, post Preolímpico, el DT optó por ubicar al ex Unión Española en el centro del ataque, con Zavala y Bolados por las bandas. En el verano, el puesto del centrodelantero era tema en Macul.
Con distancia, el partido de visita en el cual Colo Colo tuvo mayor posesión fue ante Trinidense, en Paraguay, el 6 de marzo: 80%. Repitiendo la fórmula de Palacios como 9 falso, y sin Arturo Vidal, el Cacique no logró descifrar el puzzle diagramado por un cuadro que era el colista en su país. Los seis tiros al arco y los 635 pases totales (573 acertados) no dieron las luces necesarias para vulnerar a un equipo rústico y básico. Por aquella época, Almirón estaba en la búsqueda de una estructura.
El estreno por la fase grupal sucedió en el Maracaná, ante Fluminense, el 9 de abril. Pese a la derrota, el partido que hizo Colo Colo invitaba al optimismo. Le plantó cara al campeón vigente y en su casa. Guapeando, estuvo cerca de sacar una igualdad. Ya tuvo a un ariete tradicional como Guillermo Paiva, con lo cual Palacios pasó a la banda. En la defensa y el medio, los nombres se repetían: Cortés; Opazo, Saldivia, Falcón, Wiemberg; Vidal, Pavez y Gil. Con el 52% de entradas ganadas y 50 recuperaciones, los albos se fueron de Río con sensaciones encontradas.
La presentación más deslucida de Colo Colo como visitante sucedió en Perú. El 15 de mayo, igualó 1-1 con Alianza Lima gracias a un cabezazo salvador de Arturo Vidal, el único tiro al arco de los chilenos ante los ‘Íntimos de La Victoria’. Almirón determinó mover el avispero y agitó demasiado el equipo. Dispuso de un 3-5-2, con Esteban Pavez de líbero. Además, Marcos Bolados fue el lateral-volante por la derecha y Damián Pizarro fue el centrodelantero, acompañado por un Carlos Palacios que flotaba en ofensiva. No resultó la apuesta. El punto terminó siendo “meritorio” porque acabaron con nueve, por las expulsiones de Pizarro y Vidal. Fue el único partido, como visita, en el cual Colo Colo no inició con cuatro en el fondo.
El 29 de mayo, los albos jugaron una final en Asunción. Un empate con goles ante Cerro Porteño le bastaba para clasificar a octavos de final. Y lo consiguió (1-1). De mitad hacia atrás, la estructura tradicional se mantuvo, con el regreso de la línea de cuatro. De mitad hacia arriba, Gonzalo Castellani relevó a Vidal y el paraguayo Paiva lo hizo por Damián Pizarro. Colo Colo sacó la tarea poniéndose el traje de combate, saliendo airoso. Más allá de tener más la pelota que su rival (54%), resaltó el 79% de entradas ganadas y 70 recuperaciones.
Ya en la ronda de 16, dio el golpe ganando en la siempre difícil Barranquilla. Respecto a la fase de grupos, se notaron las novedades, porque entraron al equipo Mauricio Isla y Javier Correa. Emiliano Amor ocupó el espacio del lesionado Alan Saldivia, Vicente Pizarro fue dupla de Pavez en el eje y Lucas Cepeda entró por la izquierda. Carlos Palacios, detrás del centrodelantero. En el papel de enfrentar escenarios hipotéticamente complejos, a Colo Colo no le molestaba usar el libreto de un equipo combativo y con ataques directos. En Colombia remató tres veces a portería y marcó dos goles. La eficacia también ayuda.
En resumidas cuentas, el Cacique de Almirón exhibe un 57,2% de posesión promedio jugando fuera de Chile. El 80% ante Trinidense altera los guarismos. Por contraparte, ante Junior registró una tenencia del 37%, la más baja. Promedia 3,5 tiros al arco por partido y 464 pases totales, además de un 59,2% de entradas ganadas y 51 recuperaciones (datos de Sofascore).
El invicto de River en su casa
“El gran objetivo nuestro está en el martes”, reconoció Marcelo Gallardo luego del Superclásico del sábado ante Boca Juniors, el cual ganó River por 1-0 en La Bombonera, alineando una formación con mayoría de suplentes. De los once que salieron de inicio en Santiago, solo repitieron cuatro. Ante Colo Colo, el DT multicampeón con los Millonarios dispondrá de lo mejor.
Al terminar la fase grupal como el mejor de los primeros, el cuadro ‘banda sangre’ tiene la ventaja de cerrar todas sus llaves de eliminación directa como local. Además, aunque falte la oficialización de la Conmebol, todos los indicios dan cuenta de que la final de la Libertadores 2024 será en el Monumental de Núñez (también conocido como Más Monumental, añadiendo el naming right), lo que le da otro aliciente a uno de los colosos de Argentina. En efecto, jugar con 85 mil espectadores en su cancha le otorga un plus a River. Los números lo reflejan.
Los Millonarios están invictos en su casa durante 2024. Son 19 partidos consecutivos sin perder en Núñez. La última derrota fue el 3 de noviembre del año pasado, 1-2 con Huracán. Cabe considerar que desde aquel duelo hasta hoy, River también tuvo compromisos en los que hizo de local en la cancha de Independiente, en Avellaneda (como el 0-0 ante Instituto de Córdoba, el 26 de noviembre de 2023). Si nos remitimos solo a la Copa Libertadores, los riverplatenses llevan ocho triunfos al hilo en su estadio. No pierde desde el 11 de agosto de 2021, 0-1 con Atlético Mineiro.
Colo Colo intentará la hazaña en una cancha donde su rival se vuelve casi inexpugnable.
Comenta
Los comentarios en esta sección son exclusivos para suscriptores. Suscríbete aquí.