La eliminación en la Champions League golpeó fuertemente al Barcelona. En la escuadra catalana, nadie esperaba el traumático desenlace de la llave frente al PSG. El 4-1 con el que se impusieron los franceses revirtió el 3-2 que el equipo español logrado en la ida.
Los azulgranas se van con rabia. Y la manifiestan incluso entre ellos. Es el caso de Ilkay Gündogan, quien en su análisis del encuentro rompió varios paradigmas y, literalmente, se lanzó contra todos a propósito el revés.
Adiós códigos
El alemán no estaba para eufemismos. Menos para respetar los manoseados códigos. Su repaso fue descarnado. No vaciló, por ejemplo, en criticar a Ronald Araujo, por su prematura expulsión. “Sobre la expulsión, si hubo falta, es roja, eso seguro. No he visto la repetición, pero si no tocó la pelota, así es. En estos momentos cruciales debes estar seguro que tocarás la pelota, y si no lo consigues, darle la oportunidad a nuestro portero de que nos pueda salvar o que haga el gol; pero quedarte con un jugador menos tan temprano en el partido, te mata”, afirmó respecto de la situación que le costó la salida de la cancha al uruguayo cuando recién iban 30′, por derribar a Bradley Barcola.
No fue la única crítica a decisiones mal tomadas en el campo de juego. “Otro error. Hay que salir a cerrarlo y no dejarlo disparar. No es nada que no hayamos entrenado, el tipo que está más cerca debe salir a tapar, en este caso, a Vitinha, alguien debió salir y nadie lo hizo. Ese fue el segundo gol, totalmente innecesario”, apuntó respecto del comportamiento defensivo del equipo en la conquista de Vitinha, que significó el 1-2.
Más palos
Su conclusión fue igualmente categórica. “(Estoy) decepcionado, muy decepcionado en realidad. Estábamos en una muy buena posición tras la ventaja en la ida y el primer gol de hoy, todo estaba en nuestras manos y lo hemos regalado de la forma más fácil al PSG, es lo más decepcionante”, lamentó.
Las declaraciones del volante han llamado profundamente la atención, por la frontalidad de los dichos, considerando que en el fútbol es poco habitual señalar a compañeros de equipo a la hora de los análisis. Sin embargo, la prensa española, que habla de una “rajada histórica” para graficar el tenor de las declaraciones, sostiene que el análisis no provocó fisuras en la plantilla culé, pues gran parte de los jugadores compartiría el diagnóstico.