"Hay otras cosas de las que a lo mejor después se van a enterar…". Con estas palabras, enigmáticas, Esteban Paredes dejó en evidencia que detrás de la salida anticipada de Agustín Orión hay un transfondo mucho mayor. Un problema que toca al camarín y a Mario Salas. En definitiva Orión quiebra a Colo Colo.
La sorpresiva partida del arquero argentino de 38 años comenzó a configurarse cuando el meta tuvo una conversación con el entrenador, quien le manifestó que no iba a ser considerado y que, incluso, hoy estaba debajo de Darío Melo, quien llegó de emergencia como suplente de Brayan Cortés, como consecuencia de la lesión de Orión. El exPalestino ha tenido acción en los partidos de la Copa Chile. "Sí, hubo una conversación con Mario Salas, que queda en privado", reconoció el oriundo de Ramos Mejía.
Ese encuentro terminó mal, porque esa respuesta no era lo que el transandino quería escuchar, ya que fue muy distinta a lo que Salas le dijo a principios de temporada, antes de la lesión, cuando le garantizó que iba a tener oportunidades para luchar por un puesto. Por el contrario, esta vez la postura del Comandante le hizo terminar de madurar la idea de que lo más sensato era llegar a un acuerdo para finalizar anticipadamente su contrato. "Comunicó que a su edad no estaba para estar en esta situación y que prefería dar un paso al costado", revelan desde el club.
Sus compañeros intentaron convencerlo de que desistiera, especialmente, el grupo más cercano: los argentinos Pablo Mouche, Juan Manuel Insaurralde y Matías Zaldivia y los chilenos Carlos Carmona y Jorge Valdivia, los mismos que ayer estuvieron en la conferencia de prensa en la que el golero se despidió y a la que se sumó posteriormente Paredes. El capitán también tuvo sus diferencias con el entrenador, especialmente a comienzo de año, cuando fue relegado a la banca en varias ocasiones este año.
La presencia de los principales referentes en la rueda de prensa no fue gratuita. Es una señal potente de que el camarín no comparte la decisión de Salas, principalmente por el trato que le dio a uno de los suyos, figura dominante dentro del plantel. Pero, desde Macul, agregan que esta es solo la gota que rebalsó el vaso, ya que los más experimentados cuestionan la forma en que el DT ejerce su liderazgo, lo que ha generado roces.
Así, el guardavallas acordó que se le pagara lo que percibía hasta noviembre, un mes antes del vencimiento de su contrato. En Blanco y Negro valoran la disposición que tuvo el jugador para llegar a un entendimiento para allanar la salida. Y apuntan: "No queríamos que se fuera y él lo sabe. Es una decisión que tomó Agustín y nos sorprendió".
Con un semblante que mezclaba enojo y tristeza, Orion se presentó acompañado por el gerente deportivo Marcelo Espina, quien se limitó a señalar que le deseaba lo mejor al futbolista que se va y que el plantel estaba cerrado tanto para nuevas incorporaciones como salidas de jugadores. "Desde hoy, no sale ni llega nadie".
"A veces, uno desea algunas cosas y después van por otro camino; cuestiones meramente personales. Es una decisión de uno y llegamos a un acuerdo. Las decisiones personales no son para manifestarlas en público. No es el lugar, el momento ni tengo por qué decírselos a ustedes", señaló el arquero.
"Quería quedarme a jugar. Quiero seguir jugando y no tengo idea qué me irá a deparar el futuro", argumentó, pese a que antes intentó descartar que su partida se deba a la suplencia. Pero en el club no iba a tener la posibilidad de luchar con Cortés, después de saber la postura de Mario Salas.