Cuando Gonzalo Tapia puso el 2-0 en San Carlos de Apoquindo, en la media hora de juego, se preveía que sería una faena sencilla para la UC en el clásico universitario. Sin embargo, el ingreso de la fuerza joven azul hizo pasar susto a los cruzados, que igualmente ganaron, pero terminaron más complicados de lo que esperaban.
De vuelta del descanso, Santiago Escobar hizo entrar a Darío Osorio (18 años), autor del descuento, por Luis Felipe Gallegos. Esta primera modificación ya hizo mejorar un tanto a la U. Más adelante, al minuto 60, Junior Fernandes salió para darle paso a Lucas Assadi (18 años). Segundo cambio, y el que instaló definitivamente a los laicos en terreno franjeado.
A los 74′, Osorio irrumpió por el sector izquierdo del ataque, Ronnie Fernández se conectó con él, el juvenil controló y avanzó, en el área se la tocó al ex caturro, quien se la devolvió de primera, para que el novel jugador rematara. El tiro fue tan ajustado que chocó en el vertical e ingresó. Nada pudo hacer Sebastián Pérez. En primera instancia, el gol fue anulado, sin embargo, tras revisión del VAR, lo validaron, pues Fernández estaba en correcta posición cuando recibió la esférica.
Esa irreverencia que demostró el futbolista de 18 años es lo que le ha faltado al elenco de Escobar en sus bandas, muy poco aprovechadas a lo largo del 2022. Osorio ya había mostrado ser perseverante, al ir a provocar el error de Miguel Pinto en el 2-0 sobre Unión Española el fin de semana pasado. Ahora, le dio aire a una U que parecía ahogada en la precordillera.
La juventud como estandarte
Más allá de las diversas opiniones, fue el mismo Santiago Escobar quien dejó en claro que la fuerza joven puede darle un segundo aire a su criticado proceso. “Con Osorio estamos frente de un extraordinario jugador y con Lucas Assadi tenemos uno que va creciendo también. Quedo muy conforme con su actitud y su capacidad”, declaró en rueda de prensa el cuestionado DT.
En el caso de Assadi, casi no tuvo yerros cuando manejaba la pelota y se conectaba con sus compañeros. Fue una opción de pase siempre, lo que comenzó a juntar ofensiva que en el primer tiempo se mostraba aislada. De los regates que intentó, logró uno. Siempre hacia adelante. También con 18 años, no se achicó en el clásico, pese a ser primera vez que disputa uno.
Más en un segundo plano, pero siendo igual de prometedor, apareció José Castro (20 años) en el clásico. El defensor alcanzó a jugar los últimos veinte minutos en San Carlos de Apoquindo. En la semana anterior, Escobar lo utilizó como titular, sin embargo, para el encuentro tradicional se decantó por Morales.
En la jornada sabatina, la sustitución fue puesto por puesto, para intentar explotar la banda zurda en los momentos donde la U se instalaba definitivamente cerca del pórtico que defendía Sebastián Pérez.
El carrilero, eso sí, tiene una lucha diferente a la de sus compañeros, porque compite con otro juvenil. Marcelo Morales también tiene 18 años y se perfilaba como el sub 21 titular para toda la temporada 2022. Sin embargo, su rendimiento no ha terminado de convencer en la U y no sería de extrañar que pierda terreno. Ayer tuvo porblemas con Gonzalo Tapia y Raimundo Rebolledo.
Santiago Escobar sigue en duda. La victoria sobre Unión Española le había dado una semana de trabajo tranquila. No obstante, los cuestionamientos vuelven al CDA al caer ante Universidad Católica. En los dos clásicos del primer semestre perdió. Claro que de formas diferentes. Mientras Colo Colo no tuvo mayores problemas para superar a la U, el elenco precordillerano sufrió para quedarse con las tres unidades, aunque venía muy mal, de cuatro derrota consecutivas.
El técnico cafetero deberá tomar la decisión. Puede darle más minutos a los juveniles que lo hicieron dominar en segundo tiempo en San Carlos o insistir con los jugadores más avezados, pero que no han rendido en lo que va de campeonato. Más allá de la derrota, la sensación laica ahora es que encontraron futbolistas que pueden cambiar el rumbo de un camino que hasta ahora va en picada. Algo que hace años no ocurre. Si bien hay juveniles que han sumado minutos en la U, durante la última década cuesta encontrar a valores salidos de las divisiones inferiores azules que hayan cumplido con las expectativas que se tenían en ellos.