La presencia de Lionel Messi en el Inter Miami ha resultado todo un éxito. En lo económico y en lo deportivo. En la primera arista, los beneficios que ha obtenido el club estadounidense están a la vista: se transformaron en una escuadra conocida en el mundo entero y en todas las latitudes se observan hinchas con su inconfundible camiseta rosada. En la segunda, también suman: jugarán la final de la Leagues Cup, con lo que la Pulga puede acrecentar su leyenda. Si la ganan, el transandino sumara el 44º título de su prolífica carrera, con lo que alcanzará al brasileño Dani Alves como el futbolista con más coronas.

El arribo del ex astro del Barcelona y el PSG ha alimentado, también, la creatividad dirigencial. Es un hecho que todos quieren verle, tenerle cerca o asociarse a su imagen. Y por esa razón es que se activan los mecanismos para que tal idea sea posible. Por lo pronto, los directivos de la Conmebol y de la CONCAF tienen un mente un proyecto: revivir la Copa Interamericana, que no se disputa desde 1998, cuando el DC United se la ganó al Vasco da Gama.

La idea

Evidentemente, en el formato tiene que entrar el Inter Miami. Por esa razón, el acuerdo entre las confederaciones alterará el formato original (una definición de ida y vuelta entre los campeones de la Copa Libertadores y de la Copa de Campeones de la CONCACAF), por un cuadrangular en el que participarán, por la Conmebol, los monarcas de la Copa Libertadores y de la Copa Sudamericana, y por la organización que agrupa a las asociaciones de Norteamérica y Centroamérica, el León de México, último campeón de la Concachampions, y el vencedor de la definición de la League Cup, que jugarán el Nashville y la escuadra en que milita el transandino.

Los aztecas, por cierto, aceptaron la idea. Lo hicieron de una forma bastante particular. Respondieron el posteo en Twitter con el que el diario deportivo argentino Olé dio cuenta de la iniciativa. “Ok, acepto”, contestaron, añadiendo un emoticón a modo de firma de un eventual acuerdo.

Los mejores recuerdos

Para el fútbol chileno, la Copa Interamericana representa parte de los mejores recuerdos. De hecho, es el único trofeo de clubes de nivel internacional que los equipos nacionales han obtenido en dos oportunidades. La versión de 1992 se la llevó Colo Colo, que llegó como campeón de la Copa Libertadores de la temporada anterior, después de vencer en la final al Puebla, de México. En tierras aztecas, el equipo de Mirko Jozic se impuso por un cómodo 4-1, que confirmó en el estadio Monumental con un también sólido 3-1.

Esa vuelta olímpica cerró el ciclo más glorioso de los albos, pues también obtuvieron la Recopa Sudamericana, al vencer al Cruzeiro en la definición por penales del encuentro que se disputó en abril del mismo año, en Kobe, Japón.

Dos años después, el que la levantó fue Universidad Católica. Los cruzados llegaron por una vía distinta: el campeón de América en la temporada anterior había sido Sao Paulo, que había vencido a los estudiantiles en la final de la Copa Libertadores. Sin embargo, la escuadra brasileña declinó de la disputa del trofeo. En esa situación, los cruzados debieron medirse al Saprissa, de Costa Rica, y no dejaron pasar la oportunidad. Aunque perdieron en la ida por 3-1, en la vuelta no perdonaron: se impusieron por 5-1 en San Carlos de Apoquindo.

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