Parece un designio. De esos ineludibles. Le ha pasado a Chile en todos los partidos de la era de Martín Lasarte en la banca. Un balón detenido es sinónimo de suplicio para la escuadra nacional. Frente a Paraguay, otra vez se repite el tropiezo. Tiro de esquina desde la derecha para los guaraníes, en los 33′, y en la entrada del área chica se eleva Braian Samudio para finiquitar la jugada y terminar abrazándose con sus compañeros.
Francisco Sierralta solo vio pasar al atacante. El esfuerzo de Eugenio Mena tampoco fue suficiente para pararlo. La jugada termina de la peor forma posible para la escuadra nacional.
El resultado es idéntico que ante Argentina y Uruguay en la Copa América; los transandinos y Bolivia en las Eliminatorias e incluso el equipo altiplánico en el amistoso disputado en Rancagua.
El delantero del Toluca se elevó sin oposición. Y definió de gran forma, con un cabezazo inatajable para Claudio Bravo. En Brasilia, la Roja volvía a sufrir. Y, otra vez, por el mismo expediente.
A los 56′, la Roja volvió a sufrir con un balón detenido. Esta vez, Almirón, el talentoso volante guaraní, no tuvo problemas para batir a Claudio Bravo desde los doce pasos. Minutos antes, el juez Roldán cobró una falta de Gary Medel sobre Carlos González, en el área de la Roja.