Colo Colo y Ñublense están disputando el partido de vuelta por los octavos de final de la Copa Chile. En la ida, los Diablos Rojos se impusieron por 2-1 en el Estadio Nelson Oyarzún, por lo que el Cacique aspira dar vuelta la llave para acceder a la siguiente ronda del torneo.
En el transcurso del primer tiempo hubo una situación que llamó la atención por sobre las otras. Cuando iniciaba el encuentro en el Estadio Monumental, el defensor albo Maximiliano Falcón cometió una infracción sobre Rodrigo Cisterna. El uruguayo se mostró disconforme por el cobro de Nicolás Gamboa y reaccionó impetuosamente, corriendo al lugar que se encontraba el joven volante y lo increpó alegando su inocencia en la jugada. Mientras el futbolista de 20 años se encontraba en el suelo, el zaguero intentó levantarlo bruscamente, hecho que no fue del agrado del adiestrador albo.
Gustavo Quinteros recriminó a Falcón por su violenta actitud y le remarcó lo innecesario de una situación que no es primera vez que acontece: “¡No piensas, viejo! (...) ¡Otra vez! ¿Por qué te acercas?”. La respuesta del defensa central no se hizo esperar y le dijo: “¿Qué? ¡Si no le hice nada!”.
Repetidos encontrones
No es primera vez que el director técnico de Colo Colo tiene una discusión con el defensor en medio de un partido. Hace dos meses, también por Copa Chile, el estratega reaccionó frente a una acción similar ante Deportes Temuco.
En dicho partido Falcón también intentó levantar violentamente a un jugador rival. Esto derivó en un gran tumulto y Quinteros tomó la decisión de sacarlo del lugar con un empujón. “¡Piensa, tonto!”, le señaló el director técnico. Después de la discusión, el exfutbolista se refirió a las múltiples amonestaciones que ha recibido el uruguayo por situaciones extradeportivas.
“Falcón es un pibe que tiene un montón de amarillas por protestar y encarar el árbitro. Cuando nosotros hablamos en el vestuario decimos siempre que con los árbitros no protesten, que nosotros nos encargamos de eso. Él se va por ahí de los partidos. Hay que hacerlo entrar en razón en un momento y eso fue lo que hice, que entre en razón, que se tranquilice y que se vaya lejos del árbitro, porque si no una amarilla más deja al equipo con diez”, indicó Quinteros tras el partido.
En respuesta, el jugador de 25 años presentó sus descargos y señaló que “son cosas de partido, nada más. Soy un jugador con un temperamento que ya conocen, que quiere ganar. Yo fui a preguntarle al muchacho cómo estaba, que le faltaba el aire”.
Con respecto a las tarjetas amarillas comentó: “Si te pones a pensar, jugué seis o siete partidos con cuatro amarillas. Soy un jugador que va siempre al roce, que quiere ganar, y eso me lleva a ser amonestado. He mejorado mucho en eso, porque cuando llegué me sacaban muchas amarillas por protestar”.