Universidad de Chile se vuelve a quedar sin estadio. Hoy, a través de una carta de tres hojas, que va firmada por el delegado presidencial provincial de Quillota, José Orrego Ramírez, a la que tuvo acceso La Tercera, se le informa al club estudiantil que no podrá utilizar el estadio Lucio Fariña de Quillota para recibir a Unión Española, en el duelo válido por la Sexta Fecha del Torneo Nacional.
El documento es tajante. El reducto no cumple con las condiciones para recibir un duelo de tal magnitud. El nuevo delegado, que ingresó con el gobierno entrante, desestimó la solicitud que ya había sido visada 24 horas antes. “Dejar sin efecto la resolución exenta citada en los vistos (...) a partir de las vulnerabilidades que presenta el recinto deportivo y el riesgo asociado a la realización del espectáculo de fútbol profesional que se autoriza por medio de este acto administrativo”, dice el escrito.
“No autorizar la solicitud correspondiente al evento deportivo profesional a celebrarse entre los equipos Universidad de Chile y Unión Española el día 13 de marzo a las 18 horas”, agrega.
Para cerrar, el funcionario de gobierno agrega la necesidad de informar a los actores involucrados. “Notificar esta resolución por Carabineros de Chile, personalmente, por cédula, o por la vía más idónea al efecto a la persona responsable del recinto y del club organizador”.
A esta hora, la ANFP mantiene conversaciones con la U para buscar una salida al nuevo conflicto. Será reprogramado para una fecha próxima.
La solicitud aprobada que fue rechazada
Sorpresa y molestia provocó la decisión de la autoridad de gobierno entrante. Más cuando 24 horas, en una carta que va con fecha 10 de marzo, a la que tuvo acceso este medio, y que va firmada por Iván Cisternas, el delegado presidencial de Quillota, que ya no está en su puesto, aprobó el duelo.
Este jueves, incluso, funcionarios de Azul Azul estuvieron en Quillota alistando todos los detalles para el duelo que fue aprobado, en primera instancia. Ya se había determinado que habría 110 guardias para un aforo de 4.750 personas. Incluso, ya se había permitido el ingreso de un bombo para la parcialidad estudiantil con un mazo de percusión, y dos lienzos (uno de 50 metros y otro de 10) que se ubicarían en la Galería Pinto.
El acuerdo, sin embargo, fue destimado por el funcionario de gobierno entrante. Y volvió a dejar a los azules sin estadio. El encuentro, en primera instancia, se iba a jugar en el estadio Sausalito, aprovechando la visita de Everton a Universidad Católica, pero la ciudad no quiso ser sede del encuentro. Por lo mismo, la U se movió rápidamente y anunció que el espectáculo se trasladaría al CAP de Talcahuano. No obstante, todo se derrumbó, porque Huachipato se negó a arrendar su recinto deportivo porque aprovecharán que la escuadra siderúrgica visitará a La Calera, para arreglar el campo de juego.