Otro escándalo en el fútbol francés: invasión de cancha y lanzamiento de bengalas tras el descenso del Saint-Étienne

La promoción en la liga francesa terminó con escándalo. El Saint-Étienne, un club con tradición en el fútbol galo, descendió a la Ligue 2 tras caer en definición a penales con el Auxerre, que vuelve a la máxima categoría luego de 10 años. El punto es que el cuadro vencedor no pudo festejar debido a los altercados generados por los hinchas locales, que reaccionaron de la peor manera consumado el descenso.

En los 90 minutos, el partido finalizó 1-1, mismo resultado que en la ida. Con un global igualado 2-2, el cupo en la Primera División se definió desde los 12 pasos. En esta instancia, ganó el Auxerre, equipo en el cual jugó el exseleccionado chileno Pedro Reyes, por 5-4. El último penal fue ejecutado por Birama Touré, que acaba en gol. Al instante, todo se desbordó.

Muchos forofos del Saint-Étienne invadieron el terreno de juego inmediatamente terminada la tanda. Debido a esto, los futbolistas de la visita no pudieron celebrar en la cancha. Salieron arrancando hacia camarines. Pero eso no fue todo. Varios de los “fanáticos” portaban bengalas, las cuales arrojaron hacia los jugadores. El panorama se volvió peligroso.

El descenso de Los Verdes implica la pérdida de la categoría del máximo ganador de la liga francesa. Tiene 10 títulos, los mismos que el Paris Saint-Germain. La diferencia radica en que los parisinos han ganado la mayoría de sus trofeos en la era de los capitales qataríes. Mientras, el Saint-Étienne no es campeón desde 1981.

Un nuevo escándalo pone en jaque la organización de eventos deportivos de alta convocatoria en Francia. Durante la temporada, sucedió muchas veces en partidos de liga, por ejemplo con el Olympique de Marsella. Basta con mencionar lo que sucedió el sábado, en la previa de la final de la Champions entre Liverpool y Real Madrid, con el caos que se produjo en el ingreso al Stade de France, debido a las aglomeraciones de hinchas ingleses. Cientos de forofos de los Reds llegaron a París sin entradas para la final. Esta falencia de seguridad generó un retraso en el inicio del partido, nada menos que de 36 minutos.