A Universidad de Chile le sigue penando la falta de estadio. La reprogramación del duelo ante Unión Española, que tuvo que ser aplazada para el domingo 27 de marzo, a las 12 horas, luego que el delegado presidencial Orrego decidiera quitarle el permiso al Lucio Fariña de Quillota, a pocas horas de realizarse el cotejo, corre riesgo tras los inconvientes que se han sumado en las últimas hras.
Es que ese mismo domingo 27 de marzo está agendada el Maratón de Valparaíso. A la hora del duelo, que contará con hinchas azules, aún habrá competidores que deberán circular por los alrededores del estadio Elías Figueroa. Además, la competencia obligará a cortar el tráfico, lo que retrasaría toda la logística del encuentro.
Yamal Rajab, gerente de competiciones de la ANFP, intenta encontrar una solución con los clubes y la gobernación de Valparaíso. Una de ellas sería modificar el horario del duelo para las 17 horas, de ese mismo domingo. En caso de no poder concretar ese cambio en la hora, en la casa del fútbol no descartan volver a mover la sede del encuentro. ¿El lugar? La Calera. El estadio Nicolás Chahúan ya cuenta con el permiso para recibir el cotejo.
El encuentro, en primera instancia, se iba a jugar en el estadio Sausalito, aprovechando la visita de Everton a Universidad Católica, pero la ciudad no quiso ser sede del encuentro. Por lo mismo, la U se movió rápidamente y anunció que el espectáculo se trasladaría al CAP de Talcahuano. No obstante, todo se derrumbó, porque Huachipato se negó a arrendar su recinto deportivo porque aprovecharán que la escuadra siderúrgica visitará a La Calera, para arreglar el campo de juego. Finalmente, Quillota, el escenario que parecía definitivo, fue rechazado casi 48 horas antes del duelo luego que el delegado presidencial entrante no visara el permiso otorgado por antecesor.
Cabe recordar que Jorge Segovia, el dueño de Unión Española, avisó que los hispanos llevarán el caso al tribunal de penalidades. No está de acuerdo con la suspensión y posterior reprogramación del encuentro. “El tema aquí es si queremos tener un torneo serio, donde se respeten los reglamentos y se cumplan las normas, o queremos tener un torneo devaluado, regido por la arbitrariedad en vez de por la legalidad”, dijo a este medio.
“No presentar estadio habilitado en un partido (segunda vez, por cierto) es un grave incumplimiento que va en perjuicio directo del prestigio del campeonato, y eso es lo queremos evitar de cara al futuro. Confiamos en la seriedad del Tribunal, y esperamos que actúe en justicia sin admitir condicionamientos”, complementó.