Alexis Sánchez volvió a las portadas en Italia. Cuando el Inter de Milán tenía una exigua ventaja sobre Empoli, el chileno llegó desde la banca para asegurar el triunfo 2-0 que acerca un poco más a su equipo al título en Italia, a tres fechas de poder levantar el trofeo.
Un partido que los lombardos comenzaron a cerrar muy temprano. Ante un estadio Giuseppe Meazza repleto, el principal candidato al título de Scudetto se puso en ventaja a los 6 minutos del partido, con un ajustado remate de Federico Dimarco.
A pesar de la desventaja, el cuadro toscano no se desanimó, incluso cuando sufría su cuarta derrota consecutiva en la Serie A, racha que lo tiene en los puestos de descenso.
En esa circunstancia fue el delantero senegalés M’Baye Niang quien lideró a su equipo para intentar la remontada. Todo frente a la ordenada zaga de los dirigidos de Simone Inzaghi.
Pero si hay algo que caracteriza a este equipo lombardo es la capacidad ofensiva. Si bien el cuadro visitante intentaba tomar la iniciativa, el juego directo de los locales y la cantidad de armas ponían a los nerazurri más cerca del segundo.
Así ocurrió a los 19 minutos, cuando una escapada del defensor central Alessandro Bastoni terminó en un potente remate que dio de lleno en el vertical derecho del meta Elia Caprile, para poner el balón otra vez en juego. En la jugada siguiente, el largo intento de Lautaro Martínez pasó muy cerca del arco.
Entonces, los pupilos de Inzaghino bajaron un cambio la intensidad, mientras su rival apelaba a sus propios recursos para el empate. A los 27 minutos, un tiro impecable del rumano Räzvan Marin obligó a una gran reacción del meta interista Emil Audero, reemplazante del lesionado titular Yann Sommer.
Otro de Sánchez
Aunque un gol era muy poco para las intenciones de los lombardos. Por esa razón, el equipo comenzó a jugar a una gran intensidad en los primeros minutos del tiempo complementario.
A los 48′, entre Martínez y Marcus Thuram -los dos atacantes titulares- armaron una gran jugada en área contrario, pero el balón terminó en un nuevo tiro de esquina.
El local no bajó la intensidad. A los 52 minutos, un remate del mediocampista Nicoló Barella se fue solo un poco ancho del arco de Caprile, cuando la parcialidad de Milán ya ensayaba el gol.
A los 77 minutos, el técnico del Inter decidió mover otra vez las piezas. Entonces definió el ingreso del chileno Alexis Sánchez por el argentino Martínez, quien salió con mucho fastidio de la cancha.
El tocopillano ingresó conectado al partido, con muchas ganas, intentó tomar la iniciativa y hacer jugar a sus compañeros. Pero también volvió a su eterna faceta goleadora.
A los 81 minutos, cuatro después de la entrada del Niño Maravilla, Barella inició la jugada por la banda derecha. El balón llegó a los pies de Denzel Dumfries, quien centró perfecto para el Dilla, quien ya estaba en el punto penal para culminar la jugada.
Una conquista importante en un momento crucial de la temporada. Justo cuando los medios italianos ya especulan con una eventual partida del chileno, quien termina su contrato el 30 de junio próximo.
Gol que muestra la vigencia del Niño Maravilla, quien tuvo el oportunismo para asegurar una victoria clave, que puede hacer que su equipo logre levantar el trofeo peninsular en tres fechas más.