Novak Djokovic se instala otra vez en un sitial que ya conoce de memoria. El serbio, quien lidera la clasificación de la ATP disputará la final de Wimbledon por séptima vez en su carrera. Se deshizo en tres sets del canadiense Denis Shapovalov, décimo cabeza de serie del certamen londinense, y se medirá en la definición de este domingo con el italiano Matteo Berrettini. Nole da otro paso hacia la historia: buscará su vigésimo título en Grand Slams. Si lo consigue, igualará la marca de Rafael Nadal y Roger Federer.
Djokovic, verdugo de Christian Garin en el césped inglés, necesitó de dos horas y 44 minutos para deshacerse del norteamericano, quien ocupa la duodécima casilla de la clasificación mundial, al que venció en tres sets, por parciales de 7-6 (3), 7-5 y 7-5.
Solidez
La solidez mental y tenística de Nole quedó de manifiesto en la cancha central del flemático abierto inglés. Aunque en el primer set cedió uno de sus servicios, después mostró toda su regularidad para imponerse en el tie-break de la manga inicial. Ocho veces fue capaz de superar puntos de quiebre.
Lo que vino después fue una muestra de firmeza y de regularidad. Y, en el final, casi a modo de mensaje, dos ases para cerrar el marcador, como si se tratara de una muestra de autoridad frente a su rival y un mensaje a Berrettini de que se encontrará con su mejor versión.
Este domingo, Djokovic saldrá en busca de su tercer título en Wimbledon, un logro con el que igualaría la marca de Boris Becker, quien fue su entrenador, y los estadounidenses Pete Sampras y Arthur Gore.