Imposible no percatarse de los sutiles mensajes enviados desde las bancas técnicas en Chile y en el mundo entero. Los entrenadores prefieren recuperar la pelota, la osadía de la presión alta y sostenida viene debilitándose en la misma medida que toma fuerza el modelo de juego de presionar colectivamente en la mitad de la cancha al jugador contrario con o sin pelota dominada.

Con traje hecho a la medida, Simeone ofrece un Atlético de Madrid que no se cansa de morder en las marcas y donde el anticipar es un valor de sus planteles. El Cholo achicar espacios desde el anticipo constante mediante la presión en una zona establecida.

Lo de Zidane es distinto, pero hermanado respecto al objetivo. El Real Madrid busca presionar mediante la reagrupación en la zona media, como lo hizo ante el Liverpool en la Champions.

La rigurosidad defensiva no debe contaminarse con el volumen de ataque. Ambas son distintas y se deben analizar por separado. En nuestro torneo han aparecido equipos como la Universidad de Concepción y La Calera, cuyo rendimiento ha sido sostenido en base a la intensidad de juego bien focalizada, con orden táctico y mucha disciplina en la ejecución del modelo, aprobando en la primera rueda y con gran expectativa respecto a si podrán aguantar hasta el final. Sin duda los equipos de Bozán y Rivero fueron lo más novedoso de la primera rueda.

La legitimidad del puntero no es discutible, como tampoco su capacidad. La UC ha demostrado ser un equipo riguroso y eficiente desde lo defensivo, pero algo mezquino en la elaboración y volumen ofensivo, quedando la duda en esta primera rueda sobre sus escasas individualidades. ¿Es un modelo de juego donde Beñat San José se siente cómodo?

Desde lo individual, Esteban Paredes sigue marcando diferencias con su capacidad goleadora, mediante la optimización de sus recursos técnicos para definir y tácticos para desmarcarse, toda vez que físicamente se encuentra compitiendo de manera inmejorable a sus 37 años.

Lo mejor de la U, en tanto, fue la contratación de Ángelo Araos. Callado sin pelota y agresivo con ella, de controles certeros cuando se encuentra de espaldas y ligero en la salida por ambos perfiles, el volante de Antofagasta necesita socios que potencien el juego asociado de los azules.

Colo Colo rompe una barrera de 11 años en competencias internacionales de la mano de Héctor Tapia, subiéndose a la micro sobre la carrera y con la garita de término de recorrido a fin de año. Con la clasificación a segunda ronda de Copa Libertadores, los albos maquillan un primer semestre donde no pudieron sostenerse de manera continua. Se instaló la duda sobre si las diferencias de juego entre los primeros y segundos tiempos se debe a una merma física o a instrucciones desde la banca. Las próximas contrataciones del Cacique dejarán al descubierto las capacidades de Tapia. Como Bombero, ya se ganó una carita feliz.