Marcelo Díaz es jugador de Universidad de Chile. El único paso que faltaba se terminó de ejecutar este sábado, luego de la ratificación del directorio de Gustavo Álvarez como técnico de Universidad de Chile. El transandino aprobó la contratación del volante, quien volverá a La Cisterna para defender al equipo de sus amores.
Este sábado, duranta la tarde, la U subió un llamativo video a sus redes sociales. Un guardia, en una cabina seguridad, lucía una radio con el número 21, el mismo dorsal que Díaz ha ocupado a lo largo de su carrera. Además, en la misma publicación, se aprecia una serie de personas pegando un cartel con el símbolo “No grabar”.
La historia del “no grabar” pertenece a Marcelo Díaz. En plena campaña de Universidad de Chile en la Copa Sudamericana, en 2011, el volante se tomó el protagonismo de las redes del club. En cada filmación que realizaba el periodista del elenco azul, Chelo Díaz le pedía que apagara la cámara. “Oye, déjate de grabar”, lo que causaba la risa de todos sus compañeros.
El retorno de Marcelo Díaz se producirá tras 11 años en el extranjero. En su anterior ciclo, el volante consiguió la Copa Sudamericana en 2011 y tuvo actuaciones destacadas en la Copa Libertadores 2012, además de anotar los torneos nacionales del 2009, 2011 (Apertura y Clausura) y 2012.
En Audax Italiano, su último club, Díaz demostró estar vigente y que su físico no es un problema, pues sumó 20 titularidades en los 21 partidos locales que jugó (1609 minutos) con Audax Italiano. También sumó cotejos en la Copa Sudamericana (9 de 9 con 704 minutos).
“Todavía estoy vigente. Lógicamente, tuve altos rendimientos en algunos momentos de la temporada y otros en los que no tanto, porque también pasa por el plantel. Pero me quedo contento y esperando lo que venga. Estoy muy vigente y eso es lo que me tiene encantado en esta profesión”, detalló el mediocampista.
Una ida que (casi) no tuvo regreso
El nivel mostrado por Marcelo Díaz lo llevó al Basilea de Suiza (2012), luego al Hamburgo (2015) y al Celta de Vigo (2016). Y aunque en el año 2017 existió la intención de que volviese a la oncena que lo vio nacer, eso nunca se concretó, ya que siempre estuvo convencido de firmar por los Pumas de la Unam (México).
Tras jugar en la liga azteca, el centrocampista se dejó tentar por Racing de Avellaneda -el año 2018- e inició las gestiones para volver. La primera de ellas se da en septiembre de 2019, un mes antes del Estallido Social, y los acercamientos entre ambos clubes fueron reconocidos oficialmente en El Deportivo.
En aquella oportunidad, el presidente de la Academia, Víctor Blanco, aseguró que el jugador “siempre quiso ir a la U. Ahora era imposible (estaba cerrado el mercado de pases), pero es algo que ya tenemos en cuenta y seguramente a fin de año esto volverá a reactivarse”.
Y si bien, en ese entonces se dijo que tenía “las puertas abiertas” para volver al club que lo formó, nunca se concretó la posibilidad. Frustración que se repetiría en enero de 2021, cuando Díaz estaba se cansó de diferentes situaciones vividas en Argentina y quiso renunciar a sus honorarios con la condición que lo dejaran fichar en Universidad de Chile.
Pero nada de eso sucedió y cuando su contrato venció en junio de ese año, Azul Azul por tercera vez impidió el arribo y le cerró la puerta en la cara. “En ese momento, cuando Marcelo sale de Racing no estábamos en época de contrataciones... El libro de pases se abre a mitad de agosto y antes de eso, nosotros no estamos buscando jugadores”, sentenció el por entonces mandamás de la concesionaria, Cristián Aubert (9 julio 2021).
“Fue mucha la desilusión esta vez y yo creo que ya no se dio porque hoy tengo 34 años y termino contrato con 36 acá en Libertad. Es como decir, si no te quisieron con 34 menos te van a querer con 36″, respondió el aludido cuando en septiembre de ese año ya era jugador de Libertad de Paraguay.
Institución en la que estuvo hasta fines del año pasado y cuya salida anunció con el emblemático tema de Illapu, Vuelvo. Pero no volvió. Otra vez la sociedad anónima le impediría que se vistiera con los colores estudiantiles y la desazón quedaría plasmada en un posteo de Instagram. Era la cuarta oportunidad.
“Hice todo lo que estuvo a mi alcance y más para regresar. Intenté de todas las formas posibles: pedí ayuda, pedí que intercedieran por mí y siempre fui respetuoso de la institución. Quise aportar mi granito de arena con la única intención de volver a ver a la U donde merece estar, pero no se pudo”, posteó.
Finalmente, Díaz jugará la próxima temporada en Universidad de Chile y cerrará una carrera que lo llevó hasta lo más alto del continente.