Pablo Quintanilla y José Ignacio Cornejo volvieron a ser protagonistas en el Rally Dakar que se desarrolla en Arabia Saudita. El iquiqueño, tras ganar la segunda etapa, fue el encargado de abrir la pista de los 440 kilómetros de especial cronometrada que unió las ciudades de Al Dawadimi y Salamiya.
Si bien su marcha por el desierto fue más lenta al no tener una huella que seguir, el nortino aprovechó el momento para ir sumando bonificaciones, hasta alcanzar 4′22″ a su favor. Así, a pesar de terminar el tramo en el séptimo puesto tras 4H43′02′, se mantiene en la segunda ubicación de la tabla general a solo 4′11″ del botsuano Ross Branch.
Mejor pudo ser el día de Pablo Quintanilla. El chileno aprovechó la huella de sus rivales con lo que pudo moverse más rápido en los primeros kilómetros hasta conseguir el primer lugar en el punto de control ubicado en el kilómetro 96.
De ahí en adelante fue trabajando con sus rivales Kevin Benavides y Joan Barreda Bort para mantener el primer lugar y acumular 3′33″ en bonificaciones lo que le permitió quedarse con la etapa, la séptima desde que compite en el Dakar.
Claro que con el pasar de las horas esta situación cambió. Según explicó la organización, “el chileno, así como Barreda, Brabec y Branch, entre otros, han sido penalizados por exceso de velocidad en la etapa. La victoria es, por tanto, para Kevin Benavides, seguido de Brabec y Van Beveren”, informaron.
Así, Quintanilla se mantiene en el cuarto lugar de la clasificación general de las motos, pero ahora lo hace a solo 16′16″ de Branch.
Tras cruzar la meta, Pablo Quintanilla evaluó la jornada. “Contento. Ha sido una muy buena etapa para mí. Fue una etapa difícil, con mucha navegación. En la primera parte había caminos con mucha piedra, con cambios de dirección. Había que ir muy concentrados en el Road Book”, comenzó señalando a los canales oficiales de la competencia.
“Alcancé a Luciano alrededor del km 80 y luego vi a Nacho cerca del km 100. Después refuelling y lo alcancé. Ahí fuimos cambiando, durante unos kilómetros iba él delante, durante unos kilómetros iba yo. Así tuvimos la posibilidad de incrementar un poco el ritmo de punta. La última parte era muy complicada entre medio de pequeños cañones poco visibles. Había que ir muy atento. Y había mucha nota junta. Si te pasas un poco, era muy fácil caer en el valle equivocado. Los valles eran muy similares y en la misma dirección”, agregó sobre las dificultades de la etapa.
En cuanto a la victoria, manifestó que “se siente muy bien ganar nuevamente una etapa del Dakar e ir cogiendo ese ritmo y feeling de competencia. La carrera está comenzando y quedan muchos kilómetros. Lo importante es seguir concentrado, seguir trabajando ahí algunos detalles con los mecánicos y mejorar un poco la moto”, cerró.
A su vez, José Ignacio Cornejo aseguró que fue “una etapa muy difícil de navegación y con una variedad interesante de terreno: piedras, dunas, valle, arenoso, fuera de pista con vegetación, había de todo. Pablo me agarró por el km 150-170 y de ahí fuimos andando juntos hasta el final. A veces pasaba él a poner el ritmo, a veces pasaba yo. Creo que hicimos un buen trabajo. Intentamos empujarlo lo que más pudimos y minimizar los errores y si bien cometimos algunos, creo que fueron pequeños y no perdimos mucho tiempo”.