Como en la cancha, Pablo Solari tiene que desdoblarse. El delantero argentino tiene varias preocupaciones. La más cercana, el partido entre Colo Colo y Huachipato, de este sábado, en el que los albos buscarán al menos conservar la distancia con sus perseguidores. La de más largo aliento, su permanencia en el club popular, una materia que deben resolver los dirigentes, pese a las insistentes señales provenientes de la regencia de Talleres de Córdoba, que advierte que pretende recuperar a una de las principales figuras que ha producido su cantera. Y la de mediano plazo, por así decirlo, tiene que ver con el enfrentamiento ante Universidad Católica, programado para el domingo 24, un duelo que puede resultar clave en la definición por el título.
Si en la cancha, al delantero argentino le encanta eludir rivales, con las preguntas no le pasa lo mismo. Las responde todas. Probablemente, en el mismo orden de prioridad que las materias que lo inquietan. “Es un equipo duro y más contra nosotros. Cuando vienen acá te juegan de otra manera. Pero trataremos de plantear el partido de la mejor forma posible, tratar de seguir sumando y mejorando en efectividad”, dice respecto de los acereros.
Esa reflexión va acompañada de una generalidad respecto de la forma en que se comportan los visitantes en Macul, una dificultad que ya les generó problemas en la caída ante Ñublense. “Acá nos vienen a jugar de otra manera, no es lo mismo que de visita. En el Monumental, no nos juegan de igual a igual, están más retrasados. Tenemos que saber solucionar ese problema y saber plantear este tipo de partidos y que hacer cuando un equipo se planta de esa manera”, explica.
El choque ante los cruzados
El enfrentamiento ante la escuadra de Cristian Paulucci surge, naturalmente, como una inquietud. El Pibe la afronta con naturalidad. “Para nosotros todas son finales. Universidad Católica es un rival directo y será un duro partido, pero todas las finales que vienen las vamos afrontar de la misma manera y vamos a plantear el juego que corresponda a cada partido”, sostiene, postergando un análisis más detallado de un choque que resultará clave para las aspiraciones de ambas escuadras y estableciendo mesura respecto de una instancia decisiva.
De lo que sí habla con propiedad es de su deseo de continuar en el Cacique, donde debutó como profesional y se ganó el cariño de los hinchas con goles decisivos en el duelo por la permanencia, frente a Universidad de Concepción, y en la definición de la Copa Chile, ante Everton. “Estoy cómodo y me encantaría seguir en Colo Colo. Me siento bien y voy mejorando partido a partido. No soy el mismo de antes, he agregado cosas a lo que ya sabía. Con Gustavo (Quinteros) he mejorado día a día y gracias a mis compañeros me siento cada vez mejor”, admite.
“No soy el mismo que cuando vine, Mis compañeros me ayudan muchísimo. Pelear el descenso y salir campeón de la Copa Chile, estando primeros, fue dar vuelta la página, de cabeza. Teníamos que volver a dejar a Colo Colo donde pertenece”, se propone antes de agradecer puntualmente a Quinteros por sus progresos. “No tengo palabras para Gustavo. Él me hizo debutar junto al cuerpo técnico. Me hicieron crecer como jugador. Cuando llegué era uno y hoy soy otro. Me ayudaron un montón en el físico y en el posicionamiento. Estoy agradecido y espero que de acá a fin de año podamos celebrar con una alegría más”, concluye.