A la entrada del Sausalito, aparece Pablo Vitamina Sánchez (44). El técnico de Everton se muestra disgustado. "Es que me desenfocan de lo mío. Me gusta estar concentrado en el trabajo y las entrevistas distraen. ¿Viste que hay otros técnicos que se la pasan de canal en canal? Yo no sirvo para eso", dice el argentino, a dos días de disputar el clásico porteño en el Elías Figueroa, la casa de Wanderers, el tradicional rival del elenco viñamarino. Comienza la conversación, y toda clase de fastidio desaparece. Vitamina responde con buena disposición y profundo análisis a cualquier pregunta de La Tercera.

¿Cómo se vive la semana previa a un clásico porteño?

Son días llenos de sensaciones que tienen que ver con los retos. Alegría de ser partícipe de un partido que empieza a engrosar la historia, que se resalta en las estadísticas; nervios inevitables propios de la responsabilidad que implica estar al frente de un equipo en un día de esta trascendencia, donde se juega la historia del club y la región, con las cargadas y las bromas que puede haber al otro día. Quizás te agarra en la segunda fecha y las ganas y la responsabilidad son las mismas, pero ahora ya hay cuestiones más determinantes que tienen que ver con la posición en la tabla, nuestra necesidad por llegar a la punta y la de ellos por escapar del descenso. Ahora es cuando se empieza a ver qué tan grande es la jerarquía mental de los jugadores, porque la presión aumenta mucho.

El clásico pasado, en Playa Ancha, fue un apretado triunfo de Everton, el primero en Valparaíso en Primera luego de 36 años.

Nos sentó bien esa victoria. La situación era un poco inversa, ya que estábamos colistas. El equipo jugó con una positiva serenidad, sorprendente en este tipo de encuentros. Terminó siendo un despegue para el equipo, y en lo personal, me apuntaló muchísimo.

¿Tiene cábalas para momentos así?

No. Las cábalas son momentáneas. Llega el instante en que a uno se le olvidan. Ganas, pierdes, empatas, y las cábalas se van abandonando, o después retomando. Nos atrapamos muchas veces en ellas, y en definitiva, esto tiene que ver con las capacidades de los futbolistas, de cómo se despertaron ese día, hasta con un fallo arbitral, involuntario si se quiere. Los imponderables destrozan las cábalas.

¿Qué opina del presente de Santiago Wanderers?

Ha empatado mucho y en la lucha en la que están inmersos, el empate no es redituable, con lo cual evidentemente van sintiendo la presión de a poco. Aparte que se ve muy clarito lo bien que han andado en la Copa Chile, y por otra parte, lo que les ha costado en la liga, teniendo en cuenta que los objetivos son distintos y las presiones también. Estamos hablando de un equipo con serias chances de ser finalista de Copa y clasificar a un torneo internacional, y que por el otro lado está último en la tabla de coeficiente. Sabemos entonces que es un equipo que está pasando por situaciones que involucran a la cabeza, porque por momentos han encontrado lo que pretende el entrenador, y otras veces no. Cuando no lo encuentran, es producto de su realidad.

¿Y cómo define a su DT rival, Nicolás Córdova como director técnico?

Es un buen estratega, lo ha demostrado en Palestino. Está clarito lo que su equipo pretende, más allá del resultado final de cada partido. Los vemos e identificamos enseguida por dónde va la cosa, qué es lo que intenta, cómo se defiende. Es un entrenador en el cual claramente se detecta que hay bastante trabajo detrás de sus ideas.

Aquí ha dirigido a la UdeC, O'Higgins y Everton. ¿Qué es lo que más le gusta del fútbol chileno?

Lo principal es que se respetan los procesos de los entrenadores. Lo hablaba con el resto del cuerpo técnico: "Che, mirá, Hugo Vilches lleva buen tiempo en Audax Italiano, Jaime Vera en Iquique, Mario Salas en Católica, Guede ya va por el año y algunos meses, igual que nosotros, también Palermo en Unión. Eso está muy bien por el fútbol en sí. Habrá que hacer el análisis aparte de por qué a los equipos chilenos les va mal en la arena internacional, no como uno quisiera, pero es cierto que aquí el fútbol se juega muy bien. Y eso yo creo que es porque se sostienen los tiempos de los técnicos. Esto permite que puedan ser más osados y mostrar un juego más ofensivo, ya que cuentan con la confianza. En otros lugares no se puede hacer porque están con el constante miedo a ser despedidos. Pasa mucho en Argentina, donde uno ve esquemas más pragmáticos, mucho repliegue, 4-4-2... porque allá los técnicos luego de un puñado de derrotas, están en jaque. Acá ese miedo pasa a un segundo plano. Se intenta jugar, se ataca con wings, los laterales suben de manera constante. Hay equipos que atacan con seis o siete jugadores y eso como entrenadores nos obliga a tener que pensar más. Aunque a lo mejor al otro lado hay tipos con mayor jerarquía y no se necesita ese volumen ofensivo...Yo disfruto mucho del fútbol chileno.

¿Su respuesta ante el magro nivel de los clubes chilenos en el plano internacional?

Me lo planteo mucho, pero la verdad es que no la encuentro. Últimamente han destacado paraguayos, ecuatorianos, hasta bolivianos han llegado lejos. El boliviano lo saco del análisis, sí, porque tienen una ventaja muy grande con el tema de la altura y se agarran mucho de eso. Lo aprovechan y bien por ellos. Lo digo porque trabajé un año en Bolivia y conozco bien cómo influye... No sé si el caso chileno tenga que ver con la jerarquía de los jugadores o con las estrategias planteadas por los entrenadores. En serio que es algo que le doy muchas vueltas. Es algo que definitivamente tenemos que encontrarle la vuelta. Hago mucha fuerza cada vez que un equipo chileno inicia un torneo internacional. Deseo que le vaya bien para poder revertir esta imagen que ha quedado en los últimos años.

Van a dos puntos del puntero, similar al semestre pasado, sólo que en el tramo final se desinflaron ¿Cómo no caerse nuevamente?

Tiene que tiene que ver con la jerarquía de los jugadores, que sin dudas creo que la tienen. Por eso tengo fe en que en este torneo no nos sucederá lo mismo. Tenemos algunos jugadores que tienen más experiencia, en el caso de Eduardo Lobos o Patricio Rubio, por ejemplo, y también a muchos jóvenes. Tengo un promedio muy bajo de edad: Camilo Rodríguez, Dilan Zúñiga, los mexicanos Iván Ochoa, y Paco Venegas, que con 18 años es central titular...Ya tienen dos torneos en primera en su espalda y ya no son los chicos debutantes. Esto pasa mucho por aprender del error. Ya lo vivieron y ojalá podamos superarlo. Entonces, si miras sobre todo la última línea, salvo Suárez, todos son chicos. Así y todo, confiamos en que en este proceso ya se hayan transformado en hombres para que no nos suceda lo mismo. No será fácil. Ya se metió Colo Colo, que tiene un plantel muy bueno. Unión Española ha venido muy sólida, salvo el último partido. Nosotros queremos llegar con pretensiones de campeonato hasta el final, porque si así se da, nos queda el propio Colo Colo, Antofagasta y la Unión en las últimas tres fechas. Enfrentaríamos a rivales directos en tres finales de infarto.

¿Le preocupa el sobrepeso del arquero Eduardo Lobos?

No. Él se siente bien. Ha sido recontra funcional a lo que nosotros desde nuestra idea pretendemos. Debe ser seguramente el arquero que toca más veces la pelota con los pies en el fútbol chileno. Salvo en el gol que nos hizo Audax, no encontramos responsabilidades directas por su parte en los goles que nos han hecho. Se ha generado algo negativo en contra de él. Para colmo, él nace en Colo Colo y está identificado con ese club. Con ellos nos ha tocado que nos fue mal, entonces ahí empiezan a hacer una crítica hacia él. Se ha visto con mucha facilidad lo malo de Edu y a la gente le ha costado darse cuenta cuán importante es para el equipo y cuánto lo necesitamos. A nosotros tienen que marcarnos a 11 jugadores, porque Lobos es un jugador de campo más. Dentro de ese intentar jugar, sabemos que tenemos un mayor márgen de error que otros equipos. Otro entrenador podría haber sacado a Eduardo después del error en La Florida, pero en caso de hacer eso, ¿Cómo le digo al nuevo arquero que entre confiado si estará con el miedo de no mandarse una macana?

Sin ese sobrepeso, ¿Podría rendir mejor?

No. Bueno, no lo sé. Es que no es tan matemático. Aunque él está en la búsqueda de ponerse cada día mejor. Se entrena bien. Es difícil saber la respuesta. Nos pasó en Argentina en el tenis. Hubo un tiempo en que Nalbandian estaba excedido de peso y todos le caían con críticas. Bajó cinco kilos y se encontró sin fuerzas para pegarle a la pelotita, así que de a poco fue retomando un peso con el que se sentía cómodo. A Edu lo acabarán por defender sus actuaciones. Él no va a jugar por estar gordo o flaco. Él será titular si es que juega bien, o reserva en caso de que juegue mal y decidamos darle una chance al portero suplente. La toma de decisiones no pasará por el peso.