“Somos una familia”. Esa frase es la que más se repite en el camarín del campeón. Los jugadores de Colo Colo han ido generando vínculos muy fuertes durante la gestión de Gustavo Quinteros. También comparten rituales como la música, donde los jugadores de ascendencia son los que ponen los temas. Dentro el plantel, Leonardo Gil es conocido como el DJ, una función que comparte con Juan Martín Lucero y Matías Zaldivia.
De hecho, el Colo contó hace un tiempo las razones de por qué festejaron ante la U en Talca imitando a un DJ y su tornamesa. “Siempre ponemos música, Bizarrap. A mí me gusta el reggaetón viejo, Don Omar. Los más jóvenes escuchan Pailita y Cris MJ”, relató en una nota con Deportes 13. También las cumbias suenan bastante dentro del camarín, en especial en el grupo de los más experimentados.
Otro de los pasatiempos de los jugadores albos es la plataforma Twitch. Ahí el que se roba la película es el capitán Gabriel Suazo, quien en su canal tiene más de 77 mil seguidores. En las transmisiones de streaming se le puede ver jugando FIFA 2022, Warzone, Among US y GTA V, entre otros. No es el único, ya que también Daniel Gutiérrez es otro de los que se sumó a la plataforma, al igual que Cristian Zavala.
Una de las costumbres más arraigadas en los equipos de fútbol es la de compartir asados. El Cacique no es la excepción. Periódicamente los jugadores se juntan a compartir y en el último han ido sumando al mismo proveedor de carne. Se trata del dueño de Carnes Improco, quien es el encargado de aprovisionar al grupo.
“Yo conocía a Omar Carabalí, iba a su casa y hacíamos sus asaditos allá. Él me encargaba la carne. Un día me invitó a su casa a un asado con algunos jugadores. Llevé la carne y preparé el asado. Llegaron Zavala, Falcón, Costa, Bolados, Suazo, y probaron la carne. Marcos me pidió el contacto y ahí empezamos a vender la carne a los demás muchachos. La encontraron súper buena. De ahí pusieron mi número en el Whatsapp del plantel y varios me llaman para que les lleve. El corte preferido de la mayoría es la entraña americana”, relata el proveedor, que además es un fanático del equipo y es conocido como el tío Richi en el grupo.
Las cábalas
A lo largo de los años, el fútbol se ha ganado la fama de ser una de las disciplinas donde hay mayor cantidad de cábalas y ritos. Leandro Stillitano, uno de los entrenadores asistentes de Gustavo Quinteros, relata alguna de estas. “Por ejemplo, cuando sale al equipo a la cancha, los jugadores siempre salen en el mismo orden. Opazo es el último que sale. O unas dos o tres cuadras antes de llegar al Monumental, los muchachos ponen la música de la hinchada de Colo Colo”, dice. Y agrega: “Nosotros en la banca ocupamos el mismo lugar. Depende de dónde se siente Gustavo, nos vamos sentando todos los demás”.
Otro que tiene una rutina muy definida es Brayan Cortés. El arquero es devoto de la Virgen del Carmen, a la que vez que puede visita. Cuentan en Macul que en cada ocasión que los albos tienen que jugar de visita, el golero pasa a una pequeña gruta que hay al costado de las oficinas del Monumental para pedirle a la patrona de Chile que ayude al equipo a ganar.
En cuanto a sus rutinas de trabajo, el meta de la Selección es partidario de hacer lo mismo en cada ocasión y no cambiar nada: calienta en la jaula con Omar Carabalí y al bajar al túnel siempre grita antes de salir al campo de juego. Cualquier modificación en esa secuencia es interpretada como el augurio de una mala jornada. Y hasta ahora no hay motivo para hacer algo distinto.