Palestino acepta el regalo y saca ventaja sobre Audax
Itálicos y árabes igualaban sin goles hasta que a los 92' Joaquín Muñoz cometió un grosero error que aprovechó Diego Vallejos.
Audax y Palestino tienen 61 y 40 años, respectivamente, sin levantar un título. Y a decir verdad, por lo visto ayer en el Bicentenario de La Florida, ninguno hacía mucho para cortar esa larga racha alejados de los éxitos. Ninguno puso el fútbol que supone estar jugándose, además, boletos para la próxima Libertadores. La final de ida de la Copa Chile dejó mucho que desear en cuanto a fútbol. Y al final, solo un error itálico desniveló en favor de los árabes.
Tan así, que apenas unas simples aproximaciones a las inmediaciones de una y otra área encendían a los más de 6.500 espectadores que llegaron al estadio.
El partido comenzó en favor del cuadro local, ese que de la mano del Coto Ribera adquirió un marcado estilo de juego que lo sacó de la zona de descenso y lo depositó en la gran definición, pero que ayer se olvidó de todo aquello. No apareció Santos, no apareció Jeraldino. Tampoco Campos Toro ni Iván Ledezma.
Y luego, el elenco árabe emparejó las acciones. Pero apenas al punto de alejar a su contendor del arco de Pérez. De profundidad, casi nada. El protagonismo que se le pide a Gutiérrez, el otro Campos (López), Cortés o Jiménez, tampoco se hizo presente.
La segunda fracción, si bien tuvo mayor dominio audino, recién desniveló el trámite para el dueño de casa cuando Díaz, de Palestino, se fue expulsado a falta de 16' para el final, por doble amarilla.
De ahí en adelante, el equipo palestinista intentó enfriar el partido, demoró cada vez que pudo la reanudación del juego y buscó la fricción, sabiendo que quedaba el partido de revancha. Eso, indudablemente, colaboró para que el duelo siguiera dormido.
Y así parecía que se acababa, sin ventaja para ninguno, dejando todo para la revancha, pero Joaquín Muñoz, portero de Audax, dijo lo contrario. En un centro que parecía no tener complicaciones, optó por tratar de atrapar la pelota en vez de puñetearla. Craso error. El balón quedó ahí, muerto, a la espera de cualquiera. Y ese fue Diego Vallejos, apenas ingresado hace diez minutos como hombre de refresco en Palestino.
De fútbol hubo poco en La Florida, pero Vallejos, cortesía de Muñoz, desniveló la final de ida de la Copa Chile en favor de Palestino.
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