El papelón sigue al mediodía
Melipilla y Vallenar, en teoría, repiten hoy en La Serena su polémica tanda de penales. Los nortinos dicen que no asistirán. En juego: un ascenso y US$ 3,1 millones.
Una definición a penales insólita, inédita y esperpéntica. Un espectáculo breve, extravagante y sin público. Y, tal vez, con un solo equipo sobre el césped. Esos son los ingredientes principales del enfrentamiento que protagonizarán hoy, a partir de las 12.00 horas en el estadio La Portada de La Serena, los planteles de Vallenar y Melipilla por un cupo en la Primera División B.
En rigor, la repetición (a puerta cerrada y en un escenario distinto) de una definición disputada hace ya una semana, que terminó con el triunfo en la tanda de penales y el posterior ascenso (no consumado, por el momento) del cuadro atacameño. Y todo porque uno de los lanzamientos del equipo nortino (el ejecutado por Juan Silva, que realizó un amago y se detuvo antes de golpear la pelota, vulnerando así el reglamento) fue validado por el juez del encuentro Eduardo Gamboa, quien debió haber anulado el tanto y otorgar, por consiguiente, el triunfo a Deportes Melipilla, que precisaba tan solo de ese fallo para quedarse con el triunfo.
Pero tres días después del festejo de Vallenar con su gente, en plena cancha del Municipal Nelson Rojas, y tras la queja informal presentada por la dirigencia de los Potros (y la posterior advertencia de Osses), la ANFP entregaba su peculiar y salomónica solución al embrollo: repetir los penales.
De manera que ayer, a menos de 24 horas del arranque de su reválida por el ascenso y tras confirmar su presencia en La Serena, el plantel de Melipilla se ejercitaba de en las instalaciones del Club Oriente de Santiago con un único punto en el orden del día de la práctica: los lanzamientos desde los doce pasos.
"A lo mejor eligieron los penales por querer hacer algo más rápido y la terminaron cagando igual. Es difícil repetir los penales después de una semana. Contra las mismas personas; no sabes si tirarte para el mismo lado o no. Es una pesadilla, pero ya está. Me han llamado hasta desde fuera de Chile preguntándome por esto. Quieren hacer hasta un documental. Es un error grave que se cometió, porque nosotros debimos haber subido directo", declaraba a La Tercera, al término de la práctica, Jaime Bravo, arquero del cuadro melipillano. Y su compañero José Cantillana, agregaba: "Es complicado porque nunca en la historia se había visto algo así. Estos días estuvimos trabajando mucho con un sicólogo, que nos cuenta que el penal, al final, no es una lotería, sino algo de cabeza. Hoy (ayer) estuvimos pateando los diez jugadores, porque hay uno expulsado, practicando y practicando".
Practicando para una definición a la que, muy probablemente, termine por no asistir siquiera su adversario. O al menos eso es lo que se desprende de la categórica afirmación realizada ayer a este diario por Ramón Climent, estratega de Vallenar: "No hay jugadores. El día 21 dejaron sus departamentos. Y yo no voy a ir, no tengo absolutamente nada que hacer allí. El presidente tomó la decisión que no, que no hay penales, y es una decisión de directorio. Seguramente tengan que patear a arco vacío. Ese cirquito que van a hacer mañana (hoy) no sé qué va a producir, pero de Vallenar no va a ir nadie, por ningún motivo. Y como dijo jocosamente mi gerente, por Melipilla, a lo mejor ahora ganan".
Duelo por millones
Pero en las filas de los Potros, que viajaron en la noche de ayer en autobús a La Serena, no terminan de fiarse de la no comparecencia de los nortinos. Máxime teniendo en cuenta que lo que hay en juego es mucho más que un mero ascenso, pues el ganador será uno de los destinatarios de los 3,1 millones de dólares que Turner entregará a cada club de Primera y Primera B por la adjudicación del CDF. "Vallenar se va a presentar. No hay que ser ingenuo. Se están jugando mucho: contratos de jugadores, mucho dinero para el club. Es totalmente mentira que no se van a presentar", sentencia el arquero Bravo.
La respuesta, esta tarde en La Serena, será en la tanda del papelón. La definición más larga del mundo, que no posiblemente no terminará hoy.
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