Para entender: La tozudez del fútbol va ganando

Entrenamiento Huachipato
Huachipato fue el primer club en retomar los entrenamientos colectivos. Foto: Huachipato FC.

"Es en ese fútbol europeo en el que quiere reflejarse Chile, que ya se ha puesto una fecha para volver a competir y cuyos planteles ya están entrenando en buen número o a punto de hacerlo. Es un combate entre la prudencia médica y las prisas del dinero. Lo aireó, quizás sin quererlo, el doctor de la Selección, Fernando Yáñez, cuando al día siguiente de que la ANFP fijara para el 31 de julio la vuelta al torneo, empezó a renegar de tal posibilidad".



El fútbol mayor ya está en marcha. Las grandes ligas de Europa han sorteado la agresión de la pandemia y se han calzado los botines como si nada. Sin público en las gradas, un vacío disimulado artificialmente por la tecnología televisiva, y escondiendo absurdamente los sonidos de la cancha, pero como si nada. El balón y las piernas son las de costumbre. Y la cabeza de Arturo Vidal la de siempre. Dos minutos le bastaron al Rey para volver a la normalidad que había dejado aparcada hacía tres meses y colocarse como el jugador más efectivo (remates/gol) del campeonato.

Ya lo dijo Valdano en su paso de la semana pasada por la pantalla de La Tercera: “Se reanuda la Liga y da la sensación de que el fútbol es el camino más corto hacia la normalidad. Y nunca la normalidad se ha parecido tanto a la felicidad después de estos meses de encierro”. Volvió el fútbol y como que los vecinos de Alemania, Portugal, Italia y España ya creen parecerse un poco más a lo que eran antes del virus. Inglaterra se une a este grupo mañana. Y Francia se tira ahora de los pelos por precipitarse al levantar el freno de mano de la temporada de forma definitiva.

Pero el rescate de la normalidad no es ambiental, aunque lo parezca. No lo es, por más que el pueblo argentino, como también recordó Valdano, fuera capaz de compensar simbólicamente en su día su derrota ante Inglaterra en la guerra de las Malvinas con su victoria en el partido que los enfrentó en el Mundial 86. Ese milagro emocional del que el fútbol es capaz y que también acumula este reencuentro con el viejo día a día no basta: el auxilio esta vez es económico. “Era la industria la que tiene urgencia, no el juego”.

La variable que guía este retorno precipitado (o no) es el de los bolsillos. “Ahora perderemos 400 millones de euros. De no haberse reanudado el fútbol, hablaríamos de 1.000 millones”. Lo afirma eufórico Javier Tebas, el presidente de la Liga de Fútbol Profesional española, tras el retorno del imperio que maneja. Y añade: “El fútbol genera 180.000 empleos, de los que la mitad habrían estado en riesgo sin este regreso”. Y cierra con una frase rotunda: “El fútbol regresa por el interés de España, ya que aparte de los intereses del sector, el gobierno ha tenido en cuenta su aportación al país y su valor estratégico”.

Todas estas ligas que han vuelto a jugar a algo parecido a lo que jugaban antes, con más lesiones y mucha más frialdad, arrancado de cuajo el factor ambiental, componen un espejo en el que mirarse y lanzan de paso un mensaje de confianza de cara al futuro. Si ellos han podido, es que se puede. Aunque ciertamente cueste digerirlo cuando en la vereda de al lado se cuentan a tan brutal ritmo contagios y cadáveres.

Es en ese fútbol europeo en el que quiere reflejarse Chile, que ya se ha puesto una fecha para volver a competir y cuyos planteles ya están entrenando en buen número o a punto de hacerlo. Es un combate entre la prudencia médica y las prisas del dinero. Lo aireó, quizás sin quererlo, el doctor de la Selección, Fernando Yáñez, cuando al día siguiente de que la ANFP fijara para el 31 de julio la vuelta al torneo, empezó a renegar de tal posibilidad. Viniendo a decir que sus jefes habían tomado una decisión caprichosa por unanimidad. Ayer ya andaba retrocediendo y tratando de aclarar que el acuerdo de los clubes por el 31 J no fue antojadizo. Pero el mensaje de contradicción ya estaba sobre la mesa.

Aunque la cuarentena tenga el ánimo de quedarse aún algunas semanas más en la Región Metropolitana o en Valparaíso, fórmulas tienen los equipos para sortear los inconvenientes de entrenamiento y juego. Y sin llegar a la ocurrencia de Estados Unidos, que va a volver reuniendo a todos los equipos en el Disneyland de Orlando. Aunque proporcionalmente a mucha distancia de las ligas europeas que han puesto el puño sobre la mesa, si la industria del fútbol local se empeña en salvar algo de dinero y volver, va a hacerlo. La tozudez del fútbol es ganadora. El negocio manda. Aunque suene inverosímil, disparatado y hasta insultante.

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