Luciano Cabral es el mejor jugador del Campeonato Nacional. Ese solo antecedente debería bastar para que Ricardo Gareca lo considere en la Selección que afrontará la Copa América, más aún si se considera que en el torneo continental buscará encontrar alternativas para su gran desafío, las Eliminatorias. Sin embargo, tal condición no alcanza en el caso del mendocino. El Tigre le consideró entre los reservados, pero no tiene certeza de que podrá llevarle.
La consideración no es futbolística, sino legal. Hay que remitirse a la infausta noche de Año Nuevo de 2017 para encontrar la explicación. En esa fatídica jornada, el mediocampista, su padre y amigos se vieron involucrados en una pelea callejera que terminó en la muerte de Joan Villegas, un joven de 27 años. El ahora jugador pirata, quien entonces militaba en el Athletico Paranaense, vio truncadas sus expectativas: después de un juicio por homicidio, fue condenado a nueve años de presidio. A Chile llegó después de haber cumplido un poco más de la mitad. Su buena conducta le permitió recuperar la libertad. Coquimbo Unido le reabrió la puerta del fútbol.
Un especialista y un desafío complejo
Álvaro Bellolio fue el Jefe del Departamento de Extranjería y Migración del Ministerio del Interior y de Seguridad Pública en la administración de Sebastián Piñera desde marzo de 2018. Es ingeniero civil industrial de la Pontificia Universidad Católica y tiene un magíster en políticas públicas en la Universidad de Chicago. Ahora, asesora a la ANFP en esta materia, que, frente a la consulta de El Deportivo, no vacila en definir como “un caso bastante complejo”. En principio, parece plenamente informado de sus méritos deportivos. “Claramente, el talento y el rendimiento que ha demostrado en Coquimbo Unido lo han posicionado como uno de los mejores jugadores del torneo y ha tenido la atención de Ricardo Gareca para la Roja”, valora. El profesional, además, ve las visas de los equipos chilenos que disputan la Copa Libertadores, entre otras misiones.
Luego entra en el terreno de su especialidad y expone con claridad las piedras que aparecen en el camino que conduce hacia el país norteamericano, que se hacen más difíciles de superar en el caso de Cabral. “Sin embargo, su condena por homicidio por casi diez años, donde cumplió seis años en prisión, hace muy difícil obtener el permiso para entrar a Estados Unidos. Las reglas de Estados Unidos son bastante claras sobre el tiempo que tiene que pasar después de haber cumplido una condena y Luciano aún está en ese período”, especifica.
Ni siquiera la tenue luz que abre la legalidad alienta demasiado su esperanza. ”Por lo tanto, la única opción es obtener un permiso especial, pero es un proceso bastante complejo. Necesita involucrar a autoridades de alto nivel y hacer gestiones con la embajada de Estados Unidos, el Departamento de Estado, algo que es prácticamente imposible de hacer en menos de seis meses. Por lo tanto, hay expectativa en que podría participar en el Mundial de 2026, pero para la Copa América es un reto bastante complicado. Yo diría que es muy poco probable que pueda estar el próximo mes”, sentencia.
La ley es clara
Las leyes estadounidenses juegan en contra de las aspiraciones de Chile y de Cabral. “Los antecedentes caducan una vez que se ha hecho efectivo el derecho de cancelación de los mismos, es decir, cuando se ha terminado la responsabilidad penal y se han cumplido con la condena o sanción impuesta. Los plazos de cancelación del historial criminal dependen del tipo de delito que se haya cometido. La caducidad de los antecedentes será de: Seis meses para las penas leves; Dos años para las penas que no excedan los doce meses y/o sean por delitos imprudentes; Tres años para las penas menos graves inferiores a 36 meses; Cinco años para las restantes penas menos graves superiores a 36 meses; y Diez años para las penas graves”, consigna el sitio estadosunidos.es.
Incluso una consideración que parece subjetiva podría descartar la autorización. “En la mayoría de los casos se le permitirá la entrada a Estados Unidos si sus antecedentes penales han sido cancelados y, por lo tanto, no presenta ningún tipo de amenaza para la seguridad del país norteamericano. Sin embargo, tanto para el ESTA como para el visado de turista tendrá que responder sinceramente a la pregunta relativa a su historial criminal. En caso de que la persona encargada de revisar su solicitud manualmente considere que usted representa un riesgo para el país, es posible que se le niegue la entrada a Estados Unidos”, agrega la misma publicación.
Depende del permiso
Hay otra consideración potente que frena la posibilidad de que Cabral pueda disputar la Copa América: no existirá un permiso especial de la Conmebol ni la intercesión del organismo que preside Alejandro Domínguez para allanar el camino con las autoridades norteamericanas.
En efecto, la entidad que rige al fútbol sudamericano remite al país organizador de cualquier evento la prerrogativa de recibir, o no, a quienes participen en ellos. En esa lógica, se actúa frente al entendido de que en las nóminas que entregan las respectivas asociaciones miembro todos los integrantes están debidamente habilitados.