Raheem Sterling tuvo en sus pies la chance de mantener con vida al Manchester City en la Champions League. En los 86′, cuando el marcador estaba 1-2 para el Olympique de Lyon, el delantero del equipo inglés recibió un pase desde el sector derecho y quedó solo para definir. Sin embargo, mandó la pelota por sobre el travesaño.

Apenas un minuto después de la increíble farra del jugador ciudadano, Moussa Dembélé decretó el 1-3 definitivo. Los dirigidos por Pep Guardiola se despidieron de la Liga de Campeones en cuartos de final.