Para todos los gustos: el show de Corentin Moutet en la cara de Nicolás Jarry

El efusivo Corentin Moutet
El efusivo Corentin Moutet (Foto: Photosport)

El francés cumplió su promesa y se vengó del chileno. No solo transformó Roland Garros en una reminiscencia de la Copa Davis tradicional, sino que sacó lo mejor de su repertorio frente al Príncipe.



Corentin Moutet había advertido que afrontaría el partido frente a Nicolás Jarry con una predisposición especial. Si cabe la comparación con el fútbol, como un clásico o uno de esos encuentros en los que se arrastra alguna cuenta pendiente. La del galo no tenía que ver mucho con el tenista nacional, sino más bien con el trato que había recibido en su paso por Santiago, precisamente en un enfrentamiento con el nieto de Jaime Fillol, que también ganó.

En ese compromiso, el público chileno hizo pesar la localía de Jarry, aunque, como suele ocurrir, con algunos excesos que irritaron al francés quien, por cierto, los utilizó como combustible en el partido de este domingo, cuando ocupó cuatro sets para despachar al nacional, que llegaba crecido por un notable apronte: había alcanzado la final del Abierto de Roma, en la que cayó ante Alexander Zverev. El nacional tenía el rótulo de favorito y, claramente, no lo impuso.

En la cara

Moutet había sido claro. “Revancha contra Jarry. Recuerden la acogida que me dieron en su casa. Espero que todos tengan ganas de mostrarle que esta vez estamos en casa. Esto es París”, había escrito en su cuenta en Instagram antes del encuentro, pidiendo, precisamente, un ambiente de partido especial. Jarry, en cambio, optó por la mesura. “Como en Santiago, voy a ser un jugador respetuoso, mi trabajo es jugar al tenis. A mí me enseñaron que hay que tener buenos valores y lo cumplo. Sé que el público va a estar a su favor, así que intentaré concentrarme en lo que pase en la cancha y cuando le animen a él, yo me animaré a mi mismo”, contestó.

Lo concreto es que el galo vivió un partido aparte. Si desde las declaraciones ya lo había calentado, desde el juego ratificó que lo suyo sería más que la mera palabrería. No solo en el marcador, sino también regalando destellos de calidad con lo que no solo fue maravillando al público al que le había pedido generar un ambiente copero, precisamente, para desestabilizar a un Jarry que llegaba, teóricamente, en su nivel más alto.

“Siempre creo que tengo posibilidades, y por eso mismo entreno cada año, para competir ante los mejores del mundo. Él (Nicolás Jarry) está mejor rankeado que yo en este momento, pero siempre creí que podía ganarle”, dijo después del partido. “Le gané este año en su propio país, así que sabía que podía hacerlo de nuevo. Entrené mucho. Obviamente estaba tenso al principio porque es difícil jugar el primer game en un torneo pero sabía que tenía la oportunidad de ganarlo e hice todo lo posible para concretarlo”, resumió.

Saques de cuchara, drops, festejos con el puño cerrado, passings que incluso sorprendieron al propio autor, entre otras acciones fueron parte del repertorio que desplegó Mouetet para menguar a Jarry desde todo punto de vista hasta que consiguió doblegarle.

El francés mantenía sangre en el ojo por lo que había sucedido en Santiago, pero ahora disfrutaba el sabor de la revancha. “No fueron irrespetuosos. Decir eso cuando disfruté el partido no está bien. De hecho, lo aplaudieron cuando salió de la cancha. En Chile me abuchearon de principio a fin del partido. No sé si es una cuestión de respeto. Para mí no lo es pero cada quién tiene su punto de vista”, concluyó después del choque que usó para saldar cuentas.

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