Del cara a cara virtual al frente a frente presencial. Harold Mayne-Nicholls, Alejandro Paul y el abogado Francisco Moya representaron a Blanco y Negro; Paredes, Barroso, Mouche, Insaurralde, Pinto y Zaldivia, al plantel de jugadores. El escenario, la Dirección del Trabajo y adentro los esperaba la directora regional Valentina Morales.
Cuatro horas de conversaciones, en las que hubo un leve acercamiento en relación a la postura del viernes, cuando la concesionaria ofreció restituir en un plazo de tres años el 83% de los dineros que pretende recortar. Esta vez los jugadores se abrieron a tomar ese lapso de tiempo, pero con la idea de que la devolución sea completa, además de bajarse el 50% de los sueldos más altos o, bien, reducirse el 40% y el restante 10% que sea recortado a los premios u otros eventos. ByN mantuvo el porcentaje ofrecido inicialmente y acotada la negociación a los futbolistas, excluyendo a demás funcionarios.
“La traba es que no estamos en condiciones de devolver el 100 por ciento. Hicimos el mejor de los esfuerzos en una oferta del fin de semana”, argumentó Mayne-Nicholls, quien insistió en que “todos los trabajadores estuvieron de acuerdo con los descuentos”, lo que fue refutado por Paredes y Gamadiel García, presidente del Sifup.
A los deportistas les molestó la burocracia de los representantes del club. Uno de los presentes comenta que “todo tenían que consultárselo al directorio”, a diferencia del plantel, que tenía el mandato para decidir.
Pero más allá de este mínimo acercamiento, la fractura de las relaciones quedó en evidencia a la salida, cuando Paredes fustigó a Mayne-Nicholls a través de una indirecta muy directa: “Es difícil, complicado. Hablo personalmente, porque tengo una relación de tantos años, llega gente que en seis meses se apodera del club y es complicado. Cuando se reanude esto seré siempre el mismo Esteban Paredes. Me encantaría una mediación con Aníbal Mosa directamente, pero bueno. ¿Por quién lo digo? Por el que tome las palabras”.
La distancia del plantel con el expresidente de la ANFP se arrastra desde el año pasado, pues cuestionan su estilo más empresarial que el de Mosa, quien se jactaba de la gran cercanía que tenía con los jugadores. De hecho, culpan al periodista de frenar al timonel, quien en el pasado se caracterizó por atender todas las peticiones de los futbolistas. Además, lo acusan de falta de empatía y de no respetar el pasado de los jugadores y el contexto de la relación de ellos con el club.
Al capitán albo también le dolió la forma en que se ha manejado el conflicto, particularmente la conferencia en la que Blanco y Negro reveló el quiebre con el plantel. “Nos dejaron muy mal parados, en toda instancia quisimos ayudar al club; hasta el día de hoy. Duele cuando tiran a pelear a ídolos con ídolos, eso es un show para la gente”, sentenció.
Las conversaciones continuarán. ByN estudiará la contrapropuesta de los jugadores, los que a su vez apuestan por sensibilizar a Mosa, su otrora gran aliado.