Y volvió el fútbol chileno. 165 días después. Con tribunas vacías, cánticos de las hinchadas por los parlantes, mascarillas y el infaltable gol de Esteban Paredes, quien a sus 40 años mantiene intacto el olfato. El capitán de Colo Colo se despachó una verdadera joya para reinaugurar el Torneo Nacional de Primera División, inactivo desde mediados de marzo, a raíz de la pandemia de Covid-19.
Fue un festejo atípico, contenido, sin abrazos ni besos, sin público en las graderías, sin la euforia característica de un estadio repleto. En el Monumental resonaron apenas unos cuantos gritos y aplausos de la banca alba y de los directivos de Blanco y Negro, ubicados en el sector de Rapa Nui, hasta donde también llegó Pablo Milad, presidente de la ANFP.
El gol 217 del Tanque, artillero histórico de la máxima categoría, no tuvo el escenario esperado, pero fue un golazo, parecido al que le anotó a la U en el Nacional, en 2018. Un zurdazo exquisito desde el sector derecho que se coló por arriba de Mauricio Viana.
La apertura de la cuenta le daba alivio y confianza a un plantel que venía complicado, tanto en lo deportivo como en lo laboral. “!Vamos, Chino, vamos!”, aleonaba Brayan Cortés a Gabriel Suazo, ante la mirada del técnico Gualberto Jara. Miguel Ramírez, pese a ir desventaja, se veía tranquilo. Ni los cánticos grabados de los hinchas lo inquietaban.
El empate visitante, al filo del primer tiempo, le dolió a Colo Colo y envalentonó a Wanderers, que ni siquiera se fue a los camarines durante el entretiempo. Cheíto dio la charla técnica en la banca de suplentes, con todos los citados. Sin levantar la voz, con instrucciones silenciosas y personalizadas.
Le dio resultado, porque en el segundo tiempo los porteños evidenciaron la fragilidad sicológica y física de los albos. Salieron a buscarlos y se llevaron el premio mayor. Matías Zaldivia dio señales de frustración, sobre todo después del 2-3 de Enzo Gutiérrez.
El golazo de Paredes no le bastó a Colo Colo para sacudirse de la presión que tiene encima. Si bien a sus 40 años sigue siendo peligroso, no pudo aguantar los 90 minutos, aunque lo intentó.
Si bien están prohibidos los escupitajos al suelo, igual hubo. Valencia, por el lado local, y Cerezo, por el visitante, lo hicieron en algún momento. El juez Ángelo Hermosilla no los consideró.
En San Carlos, en tanto, los resguardos fueron similares para el duelo que enfrentó a Universidad Católica ante Unión Española. Mucha seguridad para evitar romper los protocolos. Los hinchas acompañaron de manera virtual al equipo a través del marcador
Milad celebró el retorno. “Estamos muy contentos por comenzar los partidos de fútbol. Ya llevamos tres y sin incidentes. Hay muchos meses de trabajo de la comisión Retorno, y también de la comisión médica, en coordinación con el Ministerio de Salud y el Ministerio del Deporte. Quiero agradecer a la ministra Cecilia Pérez por toda la ayuda que nos ha brindado”, sostuvo el timonel.
Hasta el recinto de Macul también llegaron el intendente de Santiago, Felipe Guevara; la subsecretaria de salud, Paula Daza y el subsecretario de redes asistenciales, Arturo Zúñiga. Aníbal Mosa, timonel de ByN, les regaló mascarillas del Cacique a ambos.
“Fue realmente una experiencia única reiniciar el campeonato con todos estos protocolos y medidas. Tenemos que ajustarnos y cumplir. Tenemos que seguir en esta dinámica y acostumbrarnos”, dijo Jara, tras la derrota.