"¿No sale en el comunicado, en el parte médico? Es decisión técnica. No acostumbro a pregonar lo que converso con los jugadores y mis decisiones. Decisión técnica". Con esas palabras, Mario Salas zanjó en El Salvador la ausencia de Esteban Paredes de la convocatoria para enfrentar a Cobresal.

El delantero, de 38 años, se recuperó de una entesopatía del aductor izquierdo e, incluso, tuvo algunos minutos en el amistoso del miércoles 6 de marzo frente a Colchagua en el Monumental.

Ese mismo día, el delantero visitó Radio Concierto y se refirió a las molestias físicas que le aquejan: "No me quiero apurar mucho, es una lesión bastante delicada. Es el tendón del aductor, así que es un poquito complicado el tema. Entreno en la mañana y voy en la tarde a rehabilitación. El doctor me dice que siempre va a estar ese dolor ahí".

En Macul afirman que, más allá de esta coyuntura y de una eventual molestia del DT por un atraso del goleador, la realidad del delantero está más relacionada con algo propio de la edad, ya que no está en condiciones de soportar la intensidad que exige Mario Salas en cada entrenamiento y en cada partido.

El problema, entonces, será congeniar el respeto al ídolo, quien este año cerrará su carrera convertido en uno de los mejores definidores del fútbol chileno en este siglo, con la exigencia del DT, quien permanentemente les pide a sus atacantes colaborar en la marca y ser dinámicos para moverse por todo el frente ofensivo.

Mientras la situación del capitán albo sigue siendo una incógnita, la situación física de los delanteros albos tampoco es la mejor, ya que Marcos Bolados fue sometido ayer a una artroscopia para reparar el menisco de la rodilla izquierda, Pablo Mouche se recupera de un edema semitendinoso en el muslo izquierdo y Javier Parraguez de un edema soleo en la pantorrilla derecha, por lo que se mantienen en duda para el duelo del domingo ante la UC, en el Monumental.