El fútbol en Brasil no se detiene. El intenso calendario del gigante sudamericano entrega actividad sin parar. Con los campeonatos estaduales finalizados, es el turno de subir el telón del campeonato de liga. Llegó la hora del Brasileirao. Este sábado comenzó el torneo de Primera División, una competencia tan llamativa como acaudalada y muy distanciada respecto a sus pares de la región.
Se trata del campeonato de liga más valioso de América, incluso, superando a competencias de similar poderío económico como la Liga MX y la MLS de Estados Unidos. Según los datos de Transfermarkt, el Brasileirao exhibe un valor de mercado de 1.620 millones de dólares. El músculo financiero permite tener a jugadores de tonelaje como Endrick, Hulk, Giorgian De Arrascaeta, Nicolás de la Cruz, Marcelo, Diego Costa y varios más.
La potencia económica de la liga se explica, entre otros factores, por los millonarios contratos publicitarios. Para 2024 hay una novedad, porque la empresa de apuestas en línea Betano se quedó con los naming rights del torneo en un acuerdo que alcanza los 80 millones de reales (aproximadamente 16 millones de dólares) por temporada durante tres años. Este vínculo supera los US$ 6 millones anuales del anterior contrato con la empresa Assaí.
Dentro de lo cosmopolita del Brasileirao (datos de Globoesporte sitúan 123 jugadores foráneos) se cuenta la legión nacional, que integran siete futbolistas: Gary Medel y Pablo Galdames (Vasco da Gama), Erick Pulgar (Flamengo), Eduardo Vargas (Atlético Mineiro), Charles Aránguiz (Internacional), Benjamín Kuscevic (Fortaleza) y Ángelo Araos (Atlético Goianiense). Eso sí, este último, exvolante de Corinthians, se rompió los ligamentos en febrero, misma lesión que lo descartó en 2023. La chilena es la sexta legión extranjera con más presencia, detrás de Argentina, Uruguay, Colombia, Paraguay y Ecuador.
Destino favorito de la vieja guardia
En el último tiempo, Brasil se convirtió en el refugio de los pilares de la Generación Dorada que empezaron el camino de retorno. El caso más icónico fue Arturo Vidal, cuando fichó en el Flamengo en julio de 2022, acabando con su extensa y prolífica carrera en Europa. Tras un breve paso en el Athletico Paranaense, volvió a Chile para jugar en Colo Colo (y cerrar el círculo). También eligió Brasil para pegar la vuelta Mauricio Isla en 2020, tras militar en el Fenerbahce de Turquía. Del Fla se fue a la UC, hasta que el Huaso revitalizó su carrera en Independiente, lo que le permitió volver a la Roja.
Con diferentes estatus en sus respectivas plantillas, tres de los siete nacionales en el Brasileirao portan el cartel de ser estandartes de la época más brillante de la Selección. Con 36 años, Gary Medel es el capitán del Vasco da Gama. Llegó a Río de Janeiro a mediados de 2023, cuando el club estaba en una delicada situación deportiva, peleando la permanencia, la que finalmente selló en la última fecha de la liga (terminó descendiendo el Santos). Ya sea líbero o mediocampista, el Pitbull es una pieza relevante para el DT Ramón Díaz. Su contrato con Vasco finaliza en diciembre de 2024.
A los 34 años, Charles Aránguiz atraviesa por su segunda etapa en Inter de Porto Alegre. Retornó a territorio gaúcho luego de una larga estancia en el Bayer Leverkusen, que ahora cumple una campaña histórica con Xabi Alonso. Es una de las piezas recurrentes en la estructura de Eduardo ‘Chacho’ Coudet en el equipo Colorado, alcanzando las semifinales de la Copa Libertadores del año pasado. El Príncipe, quien tiene vínculo con Internacional hasta junio de 2025, se perdió los dos primeros partidos de la Sudamericana debido a que se recuperaba de una cirugía en un ojo.
A diferencia de Medel y Aránguiz, quien tiene una presencia secundaria es Eduardo Vargas, en Atlético Mineiro. El delantero, uno de los retornados a la Roja con Ricardo Gareca, tuvo poco y nada de acción en el Galo en la última etapa de Felipao Scolari al mando. Los números muestran que solo jugó 465 minutos en 12 partidos (cuatro de titular) por la liga 2023. El club tiene nuevo técnico, el argentino Gabriel Milito, lo que significa una nueva oportunidad para un futbolista de 34 años, que tiene contrato con el Mineiro hasta diciembre de este año.