Chile se despertó con una noticia alentadora. A primera hora de esta jornada, la FIFA comunicó que abría el expediente disciplinario contra Ecuador. “En relación con el posible incumplimiento de Byron David Castillo Segura de los criterios de convocatoria para los encuentros indicados”. Los duelos a los que alude el comunicado oficial emitido en Zúrich son los ocho partidos que disputó el lateral del Barcelona de Guayaquil en las últimas Eliminatorias. La federación chilena, a través del abogado brasileño Eduardo Carlezzo, denunció que esa participación era irregular, cuestionando dos elementos cruciales: la eventual falsificación de los documentos que lo acreditarían como ciudadano ecuatoriano así como el posible incumplimiento de los criterios que lo habilitan para participar como seleccionado de ese país. Será la Comisión Disciplinaria de la entidad que preside Gianni Infantino la que resolverá, al menos en primera instancia, la controversia. En ambas federaciones dan por descontado que el asunto se resolverá en el TAS, el máximo tribunal a nivel deportivo. La FIFA incluyó a una tercera parte en la disputa: la federación peruana.
Precisamente, la intervención de los incaicos es la que abre una serie de posibilidades para la resolución del conflicto que, atendido lo apretado del calendario, debe resolverse luego. El ideal es que el proceso completo esté concluido antes de 60 días, considerando que el repechaje entre Perú y el ganador del duelo entre Australia y Emiratos Árabes Unidos está programado para el 13 de junio. “A FIFA le interesa resolver lo más rápido posible, a nadie le interesa la incertidumbre. En 10 días sabremos la posición de Ecuador y si entiende que no hay más pruebas a buscar, tendría el proceso listo para fallar. En 30 días podríamos tener un fallo de la Comisión Disciplinaria”, explicó Carlezzo. La siguiente instancia también debería resolverse en un procedimiento abreviado.
Las opciones
Lo que pretende Chile está claro: que a Ecuador se le descuenten las unidades que sumó con Castillo en el campo de juego por la vía de la descalificación en cada compromiso y que, producto de ello, se les asignen las victorias a sus respectivos rivales por 3-0. Ese sería el mejor escenario para la Roja, que escalaría a la cuarta posición en la tabla y, por ende, se inscribiría como el último clasificado directo de la Conmebol en la cita planetaria. De ahí que, conocida la información, en Quilín celebraran y sacaran cálculos optimistas. “Si antes Chile tenía un 10 por ciento de opciones de ir al Mundial, ahora tiene un 50 por ciento de posibilidades”, se animan a cuantificar en la sede del fútbol chileno, donde relucen que el ente rector del fútbol mundial consideró “serios” los argumentos presentados por equipo jurídico liderado por Carlezzo. “De lo contrario, habría rechazado la denuncia”, sostienen.
“Nuestras peticiones van en tres líneas. Sancionar al jugador en base al artículo 21, falsificación de documentos, debido a la falsificación de documentos hace muchos años. Enseguida pedimos la aplicación del artículo 22 dándole a Chile los puntos de los partidos que disputó con Ecuador, lo que representa que Chile ocupe el cuarto lugar. Además pedimos a Ecuador su exclusión del posterior mundial de 2026″, detalló Carlezzo en una conferencia de prensa virtual ofrecida el mediodía de este miércoles.
El revuelo internacional que la situación ha generado y la posibilidad de que se sumen nuevas partes a la controversia también es visto como una señal potente.
Los invitados de piedra
Sin embargo, a varios se les frunció el ceño con una parte de la notificación. “Se ha invitado a la FEF y la Federación Peruana de Fútbol a presentar sus posiciones ante la Comisión Disciplinaria de la FIFA”, consigna la mención que encendió inmediatamente las alarmas. Los incaicos son, efectivamente, parte interesada y su participación puede complicar seriamente las pretensiones chilenas. En efecto, una de las posibilidades es que la FIFA expulse a Ecuador de las Eliminatorias y que, en lugar de asignar las unidades según la forma en que busca Chile, basándose principalmente en la jurisprudencia que generó el caso de la participación de Nelson Cabrera en la selección de Bolivia sin estar habilitado, se haga correr la tabla. En ese caso, contradictoriamente a los intereses nacionales, el cuarto clasificado sería el combinado de Ricardo Gareca y Colombia quedaría en la quinta plaza, en condición de disputar el repechaje.
Hay incluso una tercera posibilidad: que la FIFA determine expulsar a Ecuador de las Eliminatorias Sudamericanas, pero que no favorezca a ninguna de las selecciones que no pudieron obtener en la cancha el derecho a participar en el evento que se desarrollará en Qatar. Esa, sin dudas, sería la opción más controvertida, pues abriría la posibilidad de que el organismo invite a otro combinado sin que siquiera sea parte de la Conmebol. Se trataría de una invitación arbitraria. De ahí que, por ejemplo, en Italia estén siguiendo atentamente la evolución del conflicto. La Azurra quedó fuera después de ser incapaz de vencer a la débil Macedonia del Norte y no acceder a la definición del repechaje. Sin embargo, además de su historial, que la convierten en el segundo combinado con más títulos mundiales (cuatro) y el tercero en número de participaciones (18), cuenta con un argumento reciente que validaría su inclusión: es el último campeón de Europa.
De todas formas, la última opción es la que, con seguridad, más pondrá a meditar a la FIFA, pues abriría un agudo conflicto con la Conmebol, una de las confederaciones más potentes a la hora de la toma de decisiones.
Opciones abiertas
En el 50 por ciento del que hablan en Quilín reside la idea clave: que nadie puede adjudicarse la razón absoluta. De hecho, el propio Carlezzo especifica que la participación de Perú como interviniente no está entre las solicitudes que planteó Chile. “Lo de Perú en ningún momento lo mencionamos. Entiendo que potencialmente se puede haber identificado que dentro de varias sanciones que se podían aplicar, alguna podría afectar a la federación peruana. Para evitar eventuales nulidades futuras, se decidió invitar a Perú para que participe del proceso. Perú es la única selección, además de Chile, que puede resultar beneficiada”, sentencia el jurista que encabeza la ofensiva nacional”, planteó.
A nivel de abogados, la participación incaica encuentra algún asidero. Descartada la idea de que Chile haya pedido su intervención, Jorge Baraona, quien ha seguido atentamente el caso Castillo, plantea dos hipóteis: “que Perú hizo una presentación en el mismo proceso,y por lo tanto es parte o que la FIFA considera que Perú puede verse afectado por el fallo”.