Este domingo, había una nueva oportunidad para ver al súper River Plate que conformó Marcelo Gallardo, con el afán de ganar todo en esta temporada. Eso sí, todavía no se percibe el fútbol que le gusta al laureado entrenador (y a los exigentes fanáticos). Bajo el sofocante calor de la ciudad de Buenos Aires, los Millonarios visitaron a San Lorenzo en el Nuevo Gasómetro, por la tercera fecha del Torneo Apertura. El duelo fue un aciago empate 0-0. Solo uno de los dos chilenos vio acción en la tienda ‘banda sangre’.
Paulo Díaz se hizo un espacio en la titularidad. Luego de su buen ingreso en el partido anterior contra Instituto de Córdoba, donde resultó ser clave en el gol de la victoria, el seleccionado nacional empezó a pedir pista para estar desde el arranque. Pero no reemplazó a alguno de los centrales estelares, sino que se unió a ellos. El chileno entró como zaguero por la izquierda en la línea de tres que armó Gallardo, junto a Germán Pezzella y Lucas Martínez Quarta.
En los encuentros previos, River utilizó el 4-3-1-2. Pero esta vez movió al 3-5-2 (o 3-4-1-2), para intentar dotar al equipo de un mejor funcionamiento y hacerlo más convincente. Eso se vio, por pasajes, en el primer tiempo. La chance de gol más concreta fue en los 16′, con un testazo de Paulo Díaz que se estrelló en el travesaño. Estuvo a punto de concretarse la inexorable ley del ex. Esto sucedió después del gol anulado al Ciclón, que en rigor era un autogol de Enzo Pérez, por fuera de juego de Braida.
Pese al calor, que bordeó los 37° a la hora de inicio, la primera mitad tuvo un cotejo interesante y de buen ritmo, con ambos elencos buscando, con sus respectivas armas. La obligación siempre estaba del lado de River, por el poderío de su plantilla, ante un San Lorenzo de Miguel Ángel Russo que tiene que competir con poco (los resabios de problemas políticos y financieros). En el complemento, esto decayó. El partido se hizo más denso y abúlico, donde el empate sin goles estaba clavado y nada asomaba para removerlo.
En ese afán, el Muñeco Gallardo hizo los cinco cambios, pero ninguno fue Gonzalo Tapia. El exdelantero de la UC no fue alternativa esta vez. Si bien tuvo minutos ante Platense e Instituto (contra la Gloria se perdió dos goles cantados), ahora se quedó en la banca. El DT optó por Facundo Colidio, para reemplazar a Sebastián Driussi, quien fue titular acompañando a Miguel Borja. De igual manera, los movimientos del técnico no generaron el remezón esperado.
Este River que le hace honor a su apodo de ‘millonario’ no termina de arrancar. Luego de tres jornadas, suma su segundo empate en calidad de visita. Suma 5 puntos en el grupo B, que lidera precisamente San Lorenzo, con 7, que sostiene su invicto.