Claudio Bravo fue una de las figuras del Betis en la victoria sobre la Roma. Dos tapadas claves lo ponen, hoy, en las portadas de varios medios. Para qué decir de los españoles, más específicamente de los andaluces y, por qué no, de los chilenos. El golero nacional dio una nueva muestra de vigencia y hasta el siempre mesurado Manuel Pellegrini salió a avalar el deseo del guardameta de 39 años de seguir en la Selección. “Claudio está plenamente vigente”, declaró el Ingeniero.
Sin embargo, el elogio más significativo llega desde la trinchera rival. Puntualmente, desde la gran estrella de la escuadra que dirige José Mourinho: el delantero Paulo Dybala. El transandino no se adjetivos a la hora de referirse a la actuación del vilucano. Y no es para menos: pretendía transformarse en el protagonista de la jugada del zurdazo que, al filo del término de la primera etapa, Bravo sacó de un ángulo virtualmente imposible. Terminó siendo relegado al rol de actor secundario en una escena que se repetirá hasta el hartazgo.
De hecho, el elogio de Dybala a Bravo para acompañado de un lamento. “No fuimos finos frente a la portería, aunque tuvimos algunas oportunidades”, expresó el ariete. Ese factor, sumado a la notable actuación del guardameta chileno explican, en gran parte, la victoria del equipo español sobre el italiano.
Mourinho también se rinde
La de Dybala no fue la única loa que recibió Bravo en el camarín rival. Mourinho no vaciló en reconocer la gran actuación del ex capitán de la Roja. “Es difícil decir las razones de la derrota. Hemos tenido mala suerte. Tuvimos oportunidades y Claudio Bravo estuvo bien”, resaltó el estratega, habitualmente poco dado a realizar valoraciones individuales de jugadores propios y ajenos.
No era para menos. Al margen de la tapada a Dybala, que deslumbró a todo el planeta, Bravo evitó otra inminente acción de gol: un disparo a quemarropa de Bryan Cristante. Si bien esa acción no tuvo la estética de la que le realizó al ex jugador de la Juventus, sí dio cuenta de otra cualidad clave para un guardameta: los reflejos y la rapidez de reacción.