Universidad Católica parecía tener un gran arranque en la temporada 2022. Pese a que recién comenzaba el torneo, los nueve puntos obtenidos en las primeras tres fechas hacían presagiar que, si había un equipo que podía alcanzar el inédito pentacampeonato en el fútbol chileno, era la UC.
No obstante, las ilusiones se han ido diluyendo en las últimas dos fechas. Durante la jornada de ayer, los dirigidos por Cristian Paulucci volvieron a perder, esta vez por 3-1 ante Cobresal, en su visita al Estadio El Cobre del Salvador.
La derrota a manos de los mineros se suma a la ocurrida en la jornada anterior, donde la UC perdió con Palestino por 3-2, en La Cisterna. Así, el cuadro de la franja sumó segunda caída al hilo, algo que no pasaba desde julio y agosto de 2021, en la era de Gustavo Poyet.
Las coincidencias no terminan ahí. Precisamente, el arranque de Paulucci ha sido idéntido al que tuvo Poyet en 2021. Ambos sumaron solo nueve puntos en los primeros cinco encuentros.
Durante los últimos años, en la precordillera se acostumbraron a ganar y a perder muy pocos partidos, sobre todo, en el ámbito local. De todas formas, lo que más incertidumbre genera en los hinchas de la Franja no son solo las derrotas, sino las precarias presentaciones del equipo, que incluso en las victorias mostró un pobre nivel. Pese a los primeros triunfos, nunca marcó las diferencias que se esperan de un equipo campeón. Siempre le costó demasiado.
Equipo irreconocible
La UC disputó el último encuentro de la quinta fecha con el conocimiento de que una victoria le significaría retornar a la cima en solitario, pero se encontraron con un sólido Cobresal que, a pesar de que no había ganado de local, se hizo fuerte en la altitud de El Salvador.
Católica comenzó ganando, igual que antes los árabes, pero rápidamente se desdibujó, igual que en La Cisterna: un equipo extraviado, sin ideas ni profundidad, con un funcionamiento irreconocible y que ha sido superado físicamente en todas las líneas.
La efectividad de cara al arco y la solvencia defensiva de años anteriores, no existen esta temporada. Sin ir más lejos, en los últimos cinco partidos del campeonato anterior y que le significaron el Tetracampeonato, la Franja anotó 12 goles, en contraste de los nueve que lleva en la presente competición.
A pesar de ello, la gran diferencia pasa en materia defensiva. En lo que va de torneo el arco de Sebastián Pérez ha sido batido en nueve oportunidades, a diferencia del año pasado que no sufrió ninguna anotación en las últimas cinco fechas, demostrando un rotundo deterioro.
Refuerzos que no han funcionado
No es un secreto que Valber Huerta era uno de los jugadores más trascendentes en el equipo cruzado. Su timing defensivo y aptitudes físicas lo convertían, sin dudas, en el líder de la zaga, además, su gran técnica y buen juego de balón engrandecían su importancia, ya que era la primera salida del equipo y el inicio del ataque.
La venta del defensor a Toluca fue una pérdida que hasta el momento no ha podido ser reemplazada. El bajo rendimiento de Germán Lanaro, sumado a la no consolidación de Tomás Astaburuaga y Branco Ampuero, han mermado la zona baja de los de San Carlos, a la espera del debut del refuerzo internacional Nehuén Paz.
A este ítem se suma la llegada de incorporaciones que hasta ahora no han demostrado ser refuerzos. Lucas Melano, Sebastián Galani, Nicolás Peranic y Cristián Cuevas llegaron a ser suplentes, mientras que Yamil Asad, quien aparentemente tendría un rol importante con la ausencia de Luciano Aued, se lesionó en su primer partido. Tras sufrir un desagarro en los isquiotibiales, el argentino solo pudo jugar 11 minutos, aunque dejó buenas sensaciones.
Es indudable la mejoría que tuvo Universidad Católica con Paulucci en comparación al ciclo de Poyet, pero el decepcionante inicio de la actual temporada, que incluyó una pobre actuación en la Supercopa, no tiene a nadie feliz en San Carlos de Apoquindo. Al contrario, todos están preocupados, porque las señales que ha dado el equipo en estas primeras fechas han sido muy negativas, tanto en los físico como lo futbolístico.