Hace exactos 20 años, el verano de la selección chilena fue muy parecido a este. La renuncia de Nelson Acosta de la banca dejó a la federación con muy poco margen de maniobra para la elección de un nuevo técnico. La Roja estaba séptima con 10 puntos, aún con la esperanza de repetir la clasificación a Francia ’98.

Tras mucho analizar, el organismo rector del fútbol nacional se decidió por Pedro García, de larga trayectoria en México. Los resultados, sin embargo, solo empeoraron, y al final ni siquiera pudo completar el proceso, pues dejó el cargo a poco del final de las clasificatorias. ¿En qué terminó todo? Con Chile último en la tabla, con apenas 12 puntos en 18 partidos disputados.

¿Qué le parece la discusión sobre el nuevo DT de la Roja?

Me inclino por el técnico nacional, pero hay que tener claro que acá se dan más facilidades para el extranjero. Al chileno siempre lo llaman de emergencia, de bombero. A veces no tiene el mismo respaldo ni el sueldo del foráneo.

¿Hay candidatos?

Los chilenos tienen un mayor conocimiento del medio y hay muchos que lo están demostrando con su capacidad. Ivo Basay, José Luis Sierra, Juan José Ribera, Ronald Fuentes… Han demostrado que son capaces para asumir el desafío de dirigir a jugadores como esos. Tienen cursos similares al resto de los candidatos, algunos han dirigido en el extranjero con éxito. No veo el motivo de traer a un extranjero. Buscar un técnico demasiado caro o con pergaminos no asegura un buen resultado. A los de acá nunca les han dado las facilidades normales para poder sacar esto adelante. Si hubieran elegido uno de acá, estaría trabajando por lo menos hace un mes. Se ha perdido tiempo y ni siquiera hay certeza de lo que se necesita.

Se fija mucho la vista en el extranjero…

Así es, y los chilenos tienen la experiencia y nivel de los que están buscando, como Hernán Crespo o el mismo Almeyda. Me imagino que hay empresarios que tienen intereses creados, que están detrás de todo esto.

¿Es lógico que jugadores como Arturo Vidal puedan opinar sobre el próximo entrenador?

A ver, los jugadores no tienen injerencia en esa decisión, es sólo una opinión, es como que tú me preguntes a mí. Es normal que ellos puedan manifestar sus preferencias, son los que disputan las copas internacionales, las ligas de afuera. Lo importante es que haya una comunicación fluida entre los futbolistas y la dirigencia.

Hace 20 años, la Roja quedó sin técnico en medio de una Eliminatoria y llegó usted…

Es para largo, la dirigencia quería que siguiera Nelson Acosta, pero renunció. Nadie quiso tomar el fierro caliente, yo lo hice. Yo no tuve una posibilidad de escoger, ni de elegir. Llegué como bombero, querían un extranjero, pero no había un solo peso. Prácticamente, la eliminación ya estaba concretada. Querían a fulano o zutano, pero no había plata. Me pidieron el favor y yo, como chileno, sopesé las cosas y acepté.

¿Pero el contexto era parecido al de ahora?

Se parece un poco al momento deportivo. En ese tiempo los jugadores ya no tenían intenciones de venir a la selección. Muchos se hicieron a un lado. No hubo cómo trabajar. El único momento que pude trabajar un poco fue en la Copa América de Colombia y clasificamos a la segunda ronda. No se sacan experiencias de ese tipo de cosas, pasan al olvido. Dirigentes que ni conocen el tema terminan dando su opinión.

Tal como hace 20 años…

De alguna manera, lo que ocurre hoy con la Selección se parece a lo que pasó hace 20 años. Pero los tiempos son diferentes, las situaciones van cambiando. Antes no había tantos jugadores en ligas importantes. Uno trata de ser un aporte, pero tiene que haber apoyo, respaldo y confianza para hacer las cosas. Más o menos lo mismo que hace 20 años en el sentido de la emergencia, para salir del paso.

Muchos jugadores desertaron en ese tiempo…

Renunciaron al equipo nacional, los técnicos de sus clubes les aconsejaron que no vinieran a la selección, cuando ya había poco que hacer. Esto del fútbol es cíclico, puede ocurrir lo mismo ahora, es impredecible, aunque no hay muchas diferencias. Hace 20 años, muchos se negaron a la citación, porque ellos mismos no veían algo atractivo. Tenían otras obligaciones, responsabilidades con el club que les pagaba el sueldo. Ojalá que ahora no pase lo mismo.