Dotado de un talento excepcional, los hinchas chilenos han debido soportar a Yeferson Soteldo tanto dentro como fuera de la cancha. El baile que le dio a la Roja en Maturín refleja a plenitud sus condiciones. Sin embargo, a sus 26 años, el Chamo ha destacado por sus múltiples indisciplinas que por la calidad de su fútbol.
El venezolano llegó a Huachipato en enero de 2017, con solo 19 años. “El tema era donde lo poníamos a jugar, porque puede ocupar muchas posiciones”, dice César Vigevani.
Al margen de su calidad futbolística, la figura de la Vinotinto dejó una triste estela en su paso por Talcahuano. Hubo muchos rumores de indisciplinas, incluso agresiones. Sin embargo, nada concreto salió a la luz pública. Pese a ello, el mismo Vigevani confiesa que era un jugador muy complicado de controlar.
“Había que tenerlo corto, no podía escaparse nada. Había que tenerlo rodeado, entre el gerente deportivo y nosotros como cuerpo técnico. No se le podía sacar la mirada de encima, había que tener mucho cuidado”, reconoce el técnico argentino.
En 2018 pasó a Universidad de Chile, club en el que volvió a destacar por su juego, tras completar una campaña de 7 goles y 8 asistencias en 37 encuentros. Aunque los murmullos sobre salidas nocturnas no cesaron, incluso algunos medios reconocieron que la salida del en ese entonces secretario técnico de la U, Ronald Fuentes, apuró su salida tras enterarse de las polémicas.
Se marcha de Chile
Tras partir de tierras nacionales hizo su primer aterrizaje en el Santos de Brasil. En el cuadro que hiciera legendario Pelé tuvo destacadas performances que le valieron el reconocimiento de los torcedores de O Peixe.
Un cariño que el propio venezolano quiso retribuir en su cuenta de Instagram, en enero de 2020, justo antes de la pandemia. “Ya hace un año que llegué a este gran club”, escribió Soteldo, historia en la que etiquetó a Santos, cuadro al que dedicó un corazón. Un hincha azul respondió con virulencia al mensaje: “Gracias a tu paso por la U, enano mal agradecido”. Y es que el desenfado del delantero no solo lo luce dentro de la cancha, sino que también su vida.
“Cuando me fui, casi se van al descenso. Disculpa por irme”, respondió el Chamo, en una historia acompañada por dos emoticones, uno de duda y otro de risa.
Días más tarde, en entrevista con El Deportivo, explicó su reacción: “Algunos hinchas son ignorantes que no saben nada de cómo yo salí y por qué se dio así. No quise hablar mucho del tema cuando salí, pero yo no salí de la mejor manera con el club, así que no le doy mucha importancia a esas cosas. A veces, si un hincha de la U me agarra en un mal momento, me toca responderle con arrogancia. Pero si no quieren que yo hable mal de su club, que tampoco me busquen la lengua”.
Problemas en la Vinotinto
Algunos malos hábitos del jugador también lo han puesto en tela de juicio en su equipo nacional, el mismo cuadro que hoy lo disfruta y lo elogia después de la gran actuación que fraguó en la goleada sobre Chile, con un gol y dos asistencias.
Pero en octubre de 2021, la historia era completamente diferente. El equipo estaba concentrado en su país para medirse el 14 de ese mes ante Chile en Santiago, duelo en el que la Vinotinto cayó por 3-0.
En la previa del duelo, la federación local adelantó que Soteldo no viajaría por una presunta lesión. Una versión que fue desmentida por un par de periodistas de ese país que desnudaron la interna del incidente.
Así, revelaron más detalles de su marginación, que incluye una fiesta, con alcohol y una disputa con los referentes de la Vinotinto que estuvo muy cerca de llegar a los golpes. Según informó Jesús Aguilera Esteller, el controvertido jugador abandonó la concentración para irse de fiesta. Al regresar al hotel se encaró con Tomás Rincón y Darwín Machís, donde explotó el conflicto.
Soteldo fue recriminado por su reiterado mal comportamiento, a lo que contestó con que sólo eran chismes. Pese a ello, Rincón le pidió que se retirara, sino lo sacaría a golpes.
De vuelta en Santos
En abril de 2021, el cuadro brasileño vendió al jugador al Toronto FC de la MLS en casi 8 millones de dólares. Pero su fútbol no convenció en la liga de Estados Unidos y tampoco en su posterior paso por los Tigres de Monterrey en México. En agosto de 2022 volvió cedido a Santos, equipo en el cual ha vuelto a despegar su carrera.
Aunque los problemas disciplinarios no cesaron. En mayo de este año, el futbolista venezolano fue sancionado con dos partidos por el Tribunal Superior de Justicia Deportiva de Brasil (STJD) por agredir verbalmente al árbitro Wilton Sampaio durante un partido ante Gremio, en la primera fecha del Brasileirao, a pesar de que arriesgaba 18 encuentros.
Un par de meses más tarde, no quiso entrenar después del partido contra el Blooming, aún en el vestuario de Vila Belmiro, con sus compañeros que fueron reservas en la última ronda del Campeonato Sudamericano.
“Por decisión conjunta de la directiva y el comité técnico, el delantero Soteldo comenzará a entrenar separado del grupo principal. El jugador fue notificado este sábado y ni siquiera viaja con el plantel para el partido contra Cuiabá”, dijo el club santista en un comunicado.
El último capítulo de esta seguidilla de excentricidades de Soteldo se produjo el 1 de octubre pasado, cuando su equipo recibió a Vasco da Gama. Al minuto 55, cuando el equipo le paulista ganaba 3-1 a los cariocas, el venezolano se paró sobre el balón para burlarse, lo que provocó la ira de los rivales.
Gary Medel, zaguero del equipo carioca, fue uno de los que más se enojó por el accionar del exatacante de Huachipato. Tanto, que se fue expulsado por verse involucrado en una pelea con el defensor Dodó, que protegía a Soteldo cuando llegaron a increparlo.