Un triunfo revitalizador que llegó en el mejor momento. El West Ham de Manuel Pellegrini asaltó Goodison Park y venció al Everton con un categórico 1-3. El segundo equipo más importante de Liverpool cayó ante la solidez defensiva que al fin demostraron los Hammers, así como la agudeza de la delantera al frente del arco. En su cumpleaños número 65, Pellegrini respira en la Premier League.
Los Toffes salieron con todo para mantener el invicto en el torneo. Envalentonados por enfrentar a un equipo sin puntos en cuatro partidos, no dudaron en adelantar las líneas y presionar el mediocampo Hammer, que esta vez no contó con Jack Wilshere por problemas físicos.
El cuadro londinense aguantó bien los primeros diez minutos. El ataque local era numeroso aunque no profundo, por lo que Fabianski —otra vez uno de los mejores del equipo— casi no intervino. El West Ham esperó y a los 11' encontró su primera oportunidad de gol, que para suerte del Ingeniero, no fallaron como en los partidos anteriores. En una mala salida contraria Balbuena recuperó y cedió para Arnautovic, quien de pecho entregó para Obiang. El delantero picó para que Obiang, de primera, lo dejara solo ante Pickford. El austríaco, en vez de definir, entregó para Yarmolenko que llegaba por el centro. Gol y festejo desmesurado.
El gol le dio tranquilidad a los Martillos, aunque no se fueron en busca del 0-2. En las condiciones que se encuentra el cuadro, hasta un empate significaría un gran premio. Así que esperaron, no sin antes complicar a Pickford tras un tiro libre a los 16'. El Everton respondió de manera peligrosa a los 25', cuando Digne desbordó por la izquierda y centró para que Tosun cabeceara solo. Fabianski detuvo de manera grandiosa.
A los 31' llegó el esperado 0-2 para el equipo de Pellegrini. Un error de Pickford, quien entregó con los pies un bol comprometido, permitió que Noble se anticipara y entregara para Yarmolenko, que ingresó al área y desde la izquierda clavó un zurdazo cruzado inatajable.
Antes de que terminara el primer tiempo un error en la zaga visitante dejó solo a Sigurdsson, que cabeceó preciso y batió al portero polaco. Lo que pudo significar un gol psicológico fortaleció al West Ham, que no perdió la concentración defensiva en la segunda mitad.
A falta de media hora llegó el 3-1 de la tranquilidad: una jugada por la derecha dejó a Obiang frente al área. El mediocampista cedió para Arnautovic, quien deslizándose batió al seleccionado inglés. El marcador no se movió más. Los Hammers dominaron los treinta minutos restantes y solo un travesaño a lo 83' causó zozobras en la zaga. Por su parte, Antonio y Felipe Anderson desperdiciaron gran cantidad de ocasiones que hubiesen transformado la victoria en goleada.
Triunfo revitalizante para Pellegrini, aunque aún le espera un fixture que da miedo: deberá enfrentar al Chelsea y Manchester United como local.