Jesús Navas vive días especiales. El volante jugó su último partido como profesional durante el fin de semana. Lo hizo ante el Real Madrid, siendo capitán del Sevilla. De esta forma, deja atrás una carrera donde disputó 988 partidos. 705 de ellos fueron con la camiseta del elenco ibérico, club con el que obtuvo ocho títulos y con el que se consolidó como un ídolo. Entre medio estuvo cuatro temporadas en el Manchester City, donde fue pupilo de Manuel Pellegrini y Pep Guardiola.

El mediocampista, además, ha sido parte de los procesos más exitosos de la selección española. Tanto en la década pasada como el reciente. Ganó el Mundial de 2010, la Eurocopa de 2012, la Liga de Naciones de 2023 y la Eurocopa 2024. Una trayectoria impecable.

Jesús Navas, en su último partido como profesional. (Foto: Reuters)

Ahora, en el repaso de su recorrido, el español elige entre los mejores entrenadores que tuvo. En Inglaterra jugó 183 encuentros, en tres temporadas fue dirigido por el Ingeniero y en una por el catalán. “He vivido momentos increíbles con los dos. Con Pellegrini conseguí la Premier y dos Copa de La Liga”, rememoró, en entrevista con el medio español El Chiringuito.

“Guardiola es un excelente entrenador. Escucharlo es increíble porque tiene unas ideas muy claras y muy buenas para los que nos gusta el fútbol”, añade.

Finalmente, el ahora exfutbolista prefiere eludir una respuesta a consulta original. “¿Pellegrini o Guardiola?”, le habían planteado. “Con los dos he aprendido muchísimo. Guardiola vive el fútbol al máximo, como lo ven”, dijo.

Un dolor que lo acompaña

A Navas, sin duda, le habría gustado continuar jugando. Sin embargo, la artrosis fue la enfermedad que lo obliga a retirarse. “Al final llevo tres o cuatro años con este tema y es complicado. Lo he llevado un poco mejor, pero este último año ha empeorado y es mucho más difícil. Cuando juego un partido completo, al día siguiente es difícil y hay días donde no he podido andar. Y ahí ya tomas una decisión. Los compañeros conocen mi problema, me ven entrenando. Me intento controlar un poco más, medirme, pero en un partido tienes que ir a por todas y ese impacto, ese salto, es donde se agrava”, reveló.

“Los dolores son mayores y te impiden hacer cosas al tener que lidiar con ello. Este último año ha sido muy complicado y, aun así, estoy en el campo ayudando al equipo. Eso sí, cuando termina hay varios días en los que cuesta andar”, explicó.

Por otro lado, el español aborda como ha sido la parte final de su carrera en compañía de sus cercanos. “Para mí, estos seis meses están siendo una locura. Mi familia lo sabe y me dicen que cómo puedo aguantar más porque me ven caminar. Para mí esto ya está siendo un regalo y un sacrificio tremendo. Quería estar con el equipo porque veníamos de dos años difíciles y debía estar al frente ayudándoles en esta transición”, sentenció.