Carlos Palacios encara e intenta eludir al arquero Nicolás Peranic. Van 64 minutos de partido y no había grandes emociones en los pórticos, pero se abría una opción para que el equipo de Gustavo Quinteros abriera el marcador. El portero de Universidad Católica le toma claramente la pierna derecha al atacante, pero ni el juez Francisco Gilabert ni el asistente, que estaba enfrente de la jugada sancionaran el correspondiente penal favorable a Colo Colo.
Las redes sociales estallan, tal como los jugadores y el banco del Cacique. Inmediatamente, el nombre del árbitro se transforma en el tema más comentado. Entre los fanáticos del equipo popular, aún está fresco el recuerdo del partido que en 2020 dirigió el mismo juez, entre los albos y Cobresal, en el que otro error de interpretación pudo costarles el descenso. Al final del duelo, de hecho, Gilabert se disculpó con Maximiliano Falcón por ese gravitante yerro.
No fueron sus únicos errores. Mucho antes, al final del primer tiempo, el juez condicionó el partido al no expulsar a Alan Saldivia por derribar a Clemente Montes siendo último hombre, cuando el cruzado se iba solo en demanda del arco. Para colmo, tampoco cobró un penal claro contra Guillermo Burdisso en el segundo tiempo, cuando Darío Lezcano golpeó en la cara al defensa cruzado con un brazo, justo en el momento en que se disponía a cabecear.
En problemas
La Comisión de Árbitros revisó el video del compromiso y, por cierto, la jugada de la discordia. Ni siquiera fue necesario repasarla en tantas ocasiones para formarse la convicción de que Gilabert había incurrido en un grueso e imperdonable error, sobre todo considerando su trayectoria.
La convicción en la instancia que preside Roberto Tobar es elocuente. “Penal claro”, admiten a El Deportivo. De hecho, la evidencia es tan gráfica que ni siquiera se hace necesario un video explicativo, como el que se ha emitido en ocasiones anteriores, para explicar la situación. “Las imágenes son claras”, establecen.
Como los partidos de la Copa Chile se disputan sin la intervención del VAR, tampoco existe un material audiovisual tan específico como para los encuentros del Campeonato Nacional. Sin embargo, ni siquiera ese recurso se hace tan indispensable para llegar a la convicción.
Gilabert será citado por la Comisión de Árbitros a explicar la decisión que adoptó en el terreno de juego. Lo hará con todo en contra, con la convicción de sus jefes formada, pero tendrá la posibilidad de exponer sus argumentos paralelamente a la recepción de las aprensiones que, con seguridad, tendrá que escuchar.
Aún no están definidas la fecha ni la hora de la audiencia en la que tendrá que enfrentarse a la instancia, pero sí que se le mostrarán todos los elementos para acreditar la equivocación.
El juicio de Castrilli
Javier Castrilli tampoco dejó pasar el yerro de Gilabert. El transandino sufrió en carne propia por los errores del juez. En el partido entre Huachipato y Copiapó, en enero de 2022, que determinó la permanencia de los acereros en Primera División, el juez cometió faltas significativas. Después, se les vincularía a un complot para sacar al argentino de la testera de la Comisión.
El Sheriff recurre a la biblia. “Según el evangelio de San Mateo, la frase brotó en boca de Jesús: ‘Son malditos, porque viendo no quieren ver”, expone en su cuenta en Twitter. El juicio, por cierto, es categórico.