Aníbal Mosa recibió una pésima noticia en la última reunión de directorio de Blanco y Negro: la sociedad anónima registró en 2017 el año financiero más malo bajo su presidencia. Los albos acumularon pérdidas por más de 3 mil millones de pesos, es decir, unos US$ 5 millones. Este es el segundo peor balance de la era ByN, desde que en 2010 registrara un déficit de $ 3.452 millones.

Desde que asumió la testera de la sociedad anónima en abril de 2015, el timonel no ha logrado jamás números azules. En su primer ejercicio como mandamás, Colo Colo perdió $ 2 mil millones, mientras que en 2016 la cifra negativa alcanzó casi los $ 1.200 millones.

La mesa directiva se juntó el miércoles en la Casa Alba para aprobar los Estados Financieros del año pasado. Si bien en la administradora esperaban que los resultados fueran bajos, los números arrojados fueron peores de lo presupuestado. "Parece que por ser colocolinos tenemos aversión al color azul", bromeaban con cierta tensión al interior del club.

Con el último balance del Cacique, disponible desde ayer en la Comisión Para el Mercado Financiero (CMF, ex Superintendencia de Valores y Seguros), el ciclo del puertomontino se transforma en el peor de ByN en términos económicos. En tres años, las pérdidas ya alcanzan los 6.222 millones de pesos, o sea, más de US$ 10 millones. El empresario tomó el control luego de la renuncia de Arturo Salah, cuyo último año como presidente de la compañía fue positivo, ya que hubo ganancias por 567 millones de pesos.

La presión por las malas campañas a nivel internacional ha llevado a Mosa a armar planteles estelares, de jugadores de renombre y, por ende, de sueldos elevados, cuando los ingresos no dan para tales costos. En este grupo están referentes como Esteban Paredes, Jaime Valdés, Agustín Orión, Julio Barroso, Jorge Valdivia y Carlos Carmona, entre otros elementos.

Según lo que reflejan las finanzas de ByN, una de las principales razones de su déficit es el elevado gasto en remuneraciones de la plantilla y del cuerpo técnico, el que, para colmo, cada año aumenta enormemente.

Así, en 2015, el primer año de la era Mosa, el gasto en sueldos era de $ 5.626 millones, es decir, 468 millones de pesos mensuales. La cifra prácticamente se mantuvo en 2015 (creció apenas $ 4 millones). Sin embargo, en 2017 el costo del plantel se elevó en un 40%, ya que ByN pagó en salarios al primer equipo casi $ 8 mil millones de pesos. En otras palabras, el costo mensual de la plantilla popular, a diciembre pasado, alcanza los $ 662 millones, incluido el cuerpo técnico de Pablo Guede.

Sin duda, estas cifras aumentarán este 2018 tras las llegadas de Carmona, César Pinares y Juan Manuel Insaurralde, tres refuerzos caros. Lo peor para ByN y Mosa es que no hay ventas de jugadores que solventen estos elevados costos. Las cifras se conocen en un momento delicado para el timonel, ya que el próximo 17 de abril se realizará la Junta Ordinaria de Accionistas de ByN en la que se elegirá nuevo directorio y presidente.

Ayer también se conoció el resultado de Azul Azul en 2017. La U arrojó pérdida por $ 1.428 millones. La cifra es alta, pero el déficit se redujo a relación a los $ 4.500 millones de 2016.

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