José Rojas cumplió 40 años en junio y lleva casi uno alejado de las canchas. Desde ahí también optó por mantenerse lejos del bullicio del medio. “Siento que uno se tiene que tomar un tiempo prudente, como vivir un poco el luto. Y hoy día, con mucha más tranquilidad, ya uno puede hablar desde lo que le tocó vivir y desde la trayectoria que uno pudo hacer en este tan lindo deporte como el fútbol. Pero básicamente fue eso. Creo que ha sido positivo todo esto. Y también descansando un poco de lo que fue estar constantemente bajo presión”, explica a El Deportivo sobre las razones de su silencio.
El excapitán de la U siente orgullo al hablar del trabajo duro y la perseverancia. “Fui un jugador que siempre trató de resaltar esos valores, que siempre trató de ser un ejemplo para los más jóvenes, desde el liderazgo e inculcar, sobre todo, que sean líderes positivos dentro de un camarín”, destaca.
¿En qué momento toma la decisión de retirarse?
Esto igual ya venía hace rato y en el último tiempo se dieron varias cosas que me llevaron a tomar esta decisión que tomé con mucha madurez. Sentía que ya era el momento. Tenía posibilidades de haber seguido jugando, pero uno tiene que hacerle un poquito caso al cuerpo y al corazón.
También se habló de una opción de cerrar su carrera en la U...
No, fue un rumor. Nunca fue algo tan concreto. Para cualquiera de los que nacimos en la U, el sueño es terminar en la U, pero bueno, no se dio y sigo siendo hincha de la U. Eso no va a cambiar.
¿Y nunca lo llamaron para saber en qué estaba?
No, no. O sea, siempre buena onda con la gente de la U, pero más allá de eso, no.
Ahora su vida dio un giro completo...
Sí, armamos una productora de eventos, que se llama No Stop. Creamos esto en familia y es un tema sumamente diferente al fútbol, pero aprendiendo. Este rubro es súper dinámico, entretenido, y creo que también ha sido como una vía de escape para vivir esta transición de haber dejado el fútbol. Me ha mantenido bastante ocupado, muchas reuniones, metiéndome ahí en cómo se produce un evento. Súper entretenido.
¿Y cuál es su función ahí?
Mi cuñada es la productora y veo el tema de las finanzas y los números de la productora. Siempre, estando con los clientes. De hecho, haber sido futbolista también me ha ayudado. Estudié contabilidad en el colegio.
¿Cuáles son sus planes con la productora?
La idea es llevar a la productora a lo más alto, o sea, que sea reconocida y para mí ese sería como el plan. Y la productora no tiene nada que ver con el deporte por ahora, son solo ferias, eventos corporativos, ferias, BTL... Todavía nada relacionado con el deporte.
En lo futbolístico, ¿le gustaría ser técnico o gerente deportivo?
Como técnico hoy día no me ha picado mucho como el bichito. Pero yo creo que tal vez una dirección deportiva o representante podría ser. Creo que podrían ser dos facetas para volver a meterse dentro de la pelotita.
¿Qué le parece el rol de los representantes hoy?
O sea, yo siento que tiene que haber una reglamentación y que hay que regirse por reglas, que es lo normal. Ahora siento que también el representante cumple un rol importante dentro del jugador, sobre todo si le hace una carrera. Creo que eso es importante. Ahora, bueno, han ocurrido otras cosas externas que hablarlo, sería meterme en algo que lo desconozco. Y hablar por hablar creo que no tiene sentido. Pero sí yo siento que esa veta es atractiva e interesante: poder trabajar con algún jugador y armar una carrera es súper bonito igual. que al término, cuando ya se esté retirando, te den gracias y te digan, ‘pucha, gracias porque me ayudaste, porque me guiaste’.
¿Ve bien que los representantes sean dueños de clubes?
Mira, es un tema delicado. Hablarlo hoy día, podría crear polémica de algo que desconozco. Como que todos hablan. Sería meterme en las patas de los caballos no conociendo el tema como es.
¿Cuál es su visión de lo que debería ser un club de fútbol?
Si bien la sociedad anónima le ha dado tal vez una estructura a un club, a lo mejor se ha perdido mucho el otro lado, como era antiguamente. Hay que pensar cómo conjugar estas dos cosas. Creo que ahí está el desafío, cómo poder lograrlo. Todos dicen que es muy difícil porque, claro, cuando ya son dueños de los equipos, cuesta meter esta parte que ha quedado ahí ajena o que ya no se ocupa. Y lo más lindo de un club es su identidad. Nunca se tiene que perder. Es el sello que tiene cada equipo. Y si le llevamos eso a la U, a como era antes, perdió un poco su identidad... O sea, yo digo que la gente que está siempre va a querer hacer lo mejor. Ahora, desde el juego, tal vez se ha perdido ese respeto que tenía la U, más allá de meterse en lo que es sociedad anónima. Yo creo que como equipo se le ha perdido el respeto a la U, a lo que era antes la U.
¿Cómo cree que se puede recuperar ese respeto?
Para mí parte desde las inferiores. Creo que ahí es donde uno tiene que hincar un poquito más el diente y volver a lo que era antiguamente. Yo voy a hablar un poco de lo que me tocó vivir a mí. Cuando uno se inició, había técnicos que tenían la vocación de formar y realmente eran formadores de jugadores y que eso lo acompañaban los veedores. De hecho, los veedores decían “no, este jugador está para que vaya a la U, este a Unión, tiene todas las características de Católica o de Colo Colo”. No sé cómo se estará trabajando ahora, pero claro, igual se echa de menos las participaciones internacionales.
¿Y cómo se sale de este mal momento?
No solo el tema de las inferiores. Es que hoy día hay resultados. Lamentablemente se ha transformado así. Si tú no obtienes resultados... no permaneces. A lo mejor alguien puede decirme que yo tengo un plan de trabajo a dos o tres años, pero nadie te va a aguantar eso. Por eso digo que también todo ha cambiado. Hoy es “escucha, yo quiero resultados y quiero pelear arriba, quiero ser campeón”.
¿Qué le parece Pellegrino como entrenador?
No lo conozco, me parece una persona seria. Pero bueno, este último tiempo no se le han dado los resultados.
¿Cómo se puede explicar que hace un tiempo la U era puntera y luego no ganó más?
No conozco la interna, no sé lo que está pasando. Y hablar sería una falta de respeto también porque no sé lo que se está viviendo ahí adentro.
Volviendo a los años de gloria. ¿Qué siente haber sido capitán de un equipo histórico?
Bueno, así como me tocó estar en los momentos difíciles de la U, después viene esta recompensa de haber hecho un trabajo arduo, de mucha perseverancia, de mucha integridad; estar ahí en un momento épico, en un año tan lindo que pudimos vivir, y teniendo la capitanía, siendo un líder positivo. Siempre tratando de ser un ejemplo para los demás, reconociendo errores y que también uno es humano. Y a lo mejor en algún momento también me equivoqué, pero creo que fueron momentos hermosos que me tocó vivir y siendo capitán. Fue un gran orgullo.
¿Cómo fue trabajar con Sampaoli?
A modo personal, creo que con el cuerpo técnico me sacó rendimiento y no tan solo a mí, yo creo que a todo el equipo. Nos hizo ver de una mejor manera, nos hizo crecer y ver el fútbol de otra forma y en ese aspecto sería un mal agradecido si hablara mal. En ese aspecto todos nos sentimos orgullosos de haber estado en ese momento.
También lo llevó a un Mundial y jugó esos últimos 15 minutos ante Brasil. ¿Cómo los recuerda?
Algo soñado. Yo creo que para cualquier jugador vivir un Mundial es algo que queda para siempre y tuve el privilegio de poder estar, entrar y haber aportado con un granito de arena en todo lo que se vivió en ese momento y en la Copa América después. Me siento privilegiado de haber colaborado y aportado desde donde me tocó.
¿Cuál fue la reacción después del palo de Pinilla?
Yo creo que a lo mejor esa jugada hubiese cambiado el rumbo para todos. Primero, seguir avanzando en una llave que era importante. Segundo, haber dejado a Brasil en el camino, que eran los locales. La historia hubiese sido otra. Pero el fútbol tiene esto que es sumamente impredecible. Si hubiésemos tenido una bolita ahí mágica, ni con eso, hubiésemos sabido qué es lo que iba a pasar.
Usted habla de que se reinventó. Cuénteme sobre eso.
Sí, o sea yo creo que esa palabra reinventarse uno tiene que tenerla como en la cotidianidad porque siempre hay que estar reinventándose. En todo ámbito hay que estarse reinventando o también si cumpliste ciclo. O sea, terminó una etapa. Esa palabra está media latente en cada persona, aunque cuesta y no es fácil.
¿Cómo ve a la Selección actualmente?
Nos acostumbramos a los buenos resultados y este último tiempo no se han podido conseguir, pero con la fe de que acá tenemos buenos jugadores. Yo creo que a veces hay que darle más apoyo y que el jugador se sienta respaldado por la gente y por el medio periodístico. Creo que eso ayuda mucho al jugador, desde la cabeza, desde lo emocional, y que pueda después, al momento de saltar a la cancha, sentirse seguro y se pueda desarrollar de la mejor manera. Si tenemos jugadores que están jugando fuera de Chile, eso no es porque sí. Condiciones tienen. Y de pronto, creerse más el cuento, que van a ser seguramente los que en cinco o seis años más tienen que tomar la batuta de la Selección.
¿Hay algún jugador que le guste?
Me gustan Osorio, Assadi, Pizarro de Colo Colo, Montes de Católica. Me gusta mucho lo que está haciendo Echeverría. Yo creo que tenemos jugadores para el día de mañana echar mano y sobre todo tiene que servir como inspiración lo que lo que han hecho los compañeros de la generación dorada, que han sido la gran inspiración para todos los jóvenes que vienen hoy en día.
¿Cómo es hoy la relación de los campeones de la Sudamericana?
Mantengo contacto con algunos, otros han ido tomando su rumbo. Lo he hablado con varios exjugadores.
¿Y dentro de ese plantel cómo era la relación? ¿Cómo se llevaba con Johnny, el otro líder del equipo?
Con los que más siempre me juntaba era con Edu, con Charly, con Osvaldo, con el Chueco Mena, con Magalhaes... Siempre andábamos ahí medio con la broma. Pero claro, yo igual me juntaba con todos. Era como ese grupito que teníamos ahí con el Carepato... Y con Johnny siempre hubo buena onda. Nunca tuve problemas con él ni con nadie en realidad. Ese plantel era bien sano. Los trabajos también eran para compartir con todos. No se hacía diferencias con los titulares y los reservas.
A propósito de Marcelo Díaz, ¿cree que merece una oportunidad en la U?
Sí. Aparte debe pensar lo mismo de lo que me tocó vivir a mí: terminar la carrera en el equipo de tus amores para poder cerrar el ciclo. Igual que no se haya dado, da lata. Pero no sé si han hablado con él. No sé si hubo interés. Yo te hablo como compañero y porque sé que Marce es fanático de la U y todo lo que entregó. De pronto, haberse cerrado el ciclo no creo que hubiese sido malo.
¿Qué sueños le quedaron por cumplir como futbolista?
A lo mejor ganar la Copa Libertadores. Fuimos a dos semifinales. Pero todo lo otro yo creo que lo pude lograr. Siento que fue una bonita carrera. Sobre todo, me pasa que la gente hoy en día en la calle me reconoce, pide fotos y hay cariño, se acercan hinchas de otro equipo y también dan la mano y te dicen “muchas gracias por haber estado en la Selección y haber defendido la camiseta cuando te tocó”. Otros te dicen “no soy de la U, pero te felicito por tu carrera”. Y eso creo que es sumamente reconfortante.
Como hincha de la U, ¿prefiere el estadio o la Libertadores?
Las dos. Yo creo que... Difícil pregunta, pero a lo mejor el tener un estadio llevaría de pronto a ganar una copa internacional.