Una derrota siempre duele, pero el aprendizaje suele ser mucho mayor que en la victoria, porque obliga a poner más atención en los errores, que en circunstancias de éxito muchas veces se disfrazan. Y precisamente de esto se trata el tenis, un deporte en el que Nicolás Jarry se ha encargado de devolver la ilusión perdida hace casi una década.

Ayer, el número uno nacional (94º del mundo) puso fin a su participación en el ATP 500 de Río de Janeiro, tras caer ante el argentino Diego Schwartzman (23º), en un interesante aperitivo de la serie de Copa Davis de abril próximo, en San Juan.

El partido tuvo un desarrollo irregular, siendo el chileno quien comenzó imponiendo su juego ante un rival 28 centímetros más bajo que él (1,98 versus 1,70). Sin embargo, perdió el foco mientras el transandino apostaba por la regularidad de su juego para provocar el error del criollo.

En el séptimo juego, una seguidilla de errores no forzados de Jarry le regaló el quiebre al Peque. Sin embargo, este último no aprovechó el regalo y cedió su saque cuando iba a servir por el set, bajo el incesante aliento de un grupo de chilenos, que molestó al argentino. No obstante, el santiaguino nuevamente falló. Esta vez concedió dos doble faltas y el argentino volvió a quebrar. Y, pese a estar a punto de no mantener su servicio, logró cerrar el primer capítulo, por 7-5, gracias a otra falla del Príncipe.

Schwartzman le buscó el revés a Jarry durante todo el partido. A su vez, el pupilo de Martín Rodríguez bajó la intensidad, lo que permitió que no pudiera cerrar los puntos. Esto, además, provocó que cometiera demasiados errores no forzados (39 en total) y pocos tiros ganadores (21).

En el segundo parcial, el chileno no estaba cómodo. Se recriminó mucho más que de costumbre. La ansiedad y la presión de estar en desventaja lo llevaron a resolver mal las situaciones que se le presentaron. Así, no fue extraño que cediera su servicio en el tercer juego, nuevamente por exclusiva responsabilidad suya.

Sin hacer nada extraordinario, el bonaerense se encontró con el partido muy encaminado a su favor. Se limitó a poner en juego la bola y Jarry no supo salir de la trampa. Eso sí, igualmente luchó y hasta tuvo puntos de quiebre a su favor. Pero, al igual que en la primera manga, la ansiedad no lo dejó pensar bien. Así, la segunda raqueta de Argentina consiguió un nuevo quiebre, para sentenciar con su saque el 6-2 final, en 1.17'.

La derrota, en todo caso, no opaca la gran semana de Nicolás Jarry, quien a partir del lunes se ubicará entre los 75 mejores del mundo y podrá acceder a los torneos más importantes del circuito, entre ellos Roland Garros y Wimbledon.

Asimismo, a partir del lunes aparecerá en el puesto 20 de la carrera al Masters de final de temporada, lo que refleja el gran nivel que está exhibiendo en 2018.

Pero más allá de los números, la conclusión más importante es que no sólo puede jugar de igual a igual con rivales de mejor ranking, sino que también les puede ganar, como ocurrió con los españoles Guillermo García López (67º) y Albert Ramos (19º) y con el uruguayo Pablo Cuevas (33º). Ese salto cualitativo para ser decisivo para su carrera.

En esa misma línea, además, mostró variantes en su juego que no son las típicas que exhiben los jugadores de estaturas muy elevadas. Sobre todo en arcilla, donde no basta con ser un excelente sacador. Esa riqueza de golpes y una mejor canalización de los errores, además de un importante grado de madurez, invitan a creer en un futuro todavía mejor.

El desafío más inmediato del tenista nacional será el ATP 250 de Sao Paulo, donde enfrentará en el debut al serbio Dusan Lajovic (84º). De ganar, nuevamente se podría topar con un tenista argentino. Esta vez, Guido Pella (55º), quien asoma como probable segundo singlista en la serie de Copa Davis.

"No pude jugar al mismo nivel, cometí más errores"

Luego del partido, Nicolás Jarry se mostró contento por el nivel mostrado esta semana. "Puras sensaciones positivas; de saber que estoy jugando en este nivel, de que puedo ganarles a jugadores muy buenos. Sé que tengo que trabajar millones de cosas", dijo.

Sobre el resultado, expresó: "Estoy feliz por toda la semana, pero triste por este partido, que pasó por muchas cosas. Ambos tuvimos varias ocasiones durante todo el partido, no pude jugar al mismo nivel que venía. Cometí muchos más errores que en los otros partidos, tampoco saqué bien, pero Diego jugó excelente. Cuando jugué un buen punto, él lo hizo mejor".

Asimismo, valoró el encuentro, pensando en Copa Davis. "Este partido va a ayudar a saber con quién nos enfrentamos. Contra Diego no había jugado nunca. Voy a tener más ganas de jugarlo y hacerlo mejor", sostuvo.

Diego Schwartzman, comentó su entrevero con algunos hinchas chilenos: "A veces viene público que no es tanto del tenis y te grita los puntos, los errores las doble faltas. Sobre todo con un jugador como Jarry, que es muy respetuoso. Bernardes me paró un poco y me dijo que me tranquilizara".

Sobre su victoria, indicó: "El primer set estaba nervioso y el segundo set creo que mejoré mucho, estuve más intenso, saqué y devolví mejor".