La amenaza terrorista está latente en los Juegos Olímpicos de París 2024. Una ciudad que en la última década ha sido blanco de atentados de este tipo, como lo ocurrido en la revista satírica Charlie Hebdo y el tiroteo en el teatro Bataclan y otros recintos, ambos en 2015.
Por esa razón, la justa polideportiva más importante del planeta ha reforzado la seguridad frente a cualquier contratiempo. Así, cualquier indicio de problema es repelido rápidamente.
De esa manera ocurrió la noche del lunes en la Ciudad Luz, cuando los periodistas tuvieron que abandonar el centro de prensa de la competición, frente a una amenaza de bomba.
Los profesionales tuvieron que abandonar los estudios ubicados junto al Trocadero, a un costado de la Torre Eiffel, una de las principales atracciones turísticas de la ciudad. Así lo explicó en directo el periodista brasileño Marcelo Barreto en una transmisión del programa “Ça Va Paris” del canal Sportv.
“Nosotros habíamos salido a cenar entre un directo y otro. Cuando regresé, me detuvieron aquí en la puerta. Dijeron que había una amenaza de bomba. Para tranquilizar a todos, cuando hablamos aquí de una amenaza de bomba, podría ser un objeto perdido, podría ser una mochila caída que alguien olvidó”, afirmó el comunicador en directo.
Medida extrema
Durante la realización de los Juegos Olímpicos, la zona que es una de las más céntricas de la capital gala alberga a profesionales de la prensa de diferentes medios de diversos países. Sin embargo, ante la emergencia todos fueron obligados a abandonar el lugar.
“No hay manera de escapar de estos protocolos. Se llama al camión de la brigada antiexplosivos y vienen a hacer un análisis. Nuestro equipo tuvo que abandonar el estudio. Todavía hay gente saliendo de los edificios, todo con mucha calma. No se escuchó ninguna explosión. Intento hablar aquí dentro de los límites de la tranquilidad, pero sin sobresaltos. Esto no es algo trivial, es una medida de precaución necesaria”, indicó Barreto.
No es la primera medida de este tipo que se ha visto en el evento. Una situación similar se produjo el día de la ceremonia de apertura de los Juegos, el viernes 26 de julio. En ese momento, la policía bloqueó la entrada, impidiendo a los profesionales acceder al edificio para realizar un barrido completo.
Asimismo, la Villa Olímpica que acoge a los deportistas y los aeropuertos parisinos, que también son lugares con alto riesgo de terrorismo, ya han sido objeto de evacuaciones preventivas.